Jugar en casa debería brindar comodidad, pero para Sri Lanka también conlleva expectativas. El equipo mostró corazón, pero la efectividad fue pobre, lo que se vio especialmente en el partido anterior en el campo contra Inglaterra.

El entrenador en jefe de Sri Lanka, Rumesh Ratnayake, admitió que si bien no faltaron esfuerzos, la ejecución siguió siendo un problema. “Vimos este defecto cuando fallamos una captura. Al fallar una captura, elevamos nuestro total a cien”, dijo antes del choque de la Copa Mundial Femenina ODI 2025 contra Nueva Zelanda en el estadio R. Premadasa de Colombo el martes.

El rebote también tuvo dificultades para lograr estabilidad. “Todos deberían desempeñar el papel de ancla. Tenemos seis jugadores que deberían hacerlo, pero hasta ahora nunca ha sucedido”, explicó Ratnayake.

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A pesar de ello, no falta la fe en el campo. “Lo hemos hecho bien contra Nueva Zelanda en el pasado, pero eso es historia. Necesitamos estar en el presente e identificar los momentos clave para ganar”, añadió, destacando la tranquilidad frente a los récords anteriores.

Al otro lado del vestuario, Maddy Green de Nueva Zelanda admitió que Sri Lanka representa una amenaza potencial, especialmente en casa. “Son un equipo exigente. Sabemos que tenemos que jugar muy bien, especialmente contra sus hilanderos y su capitana Chamari (Athapaththu). Ella es una gran ventaja para nosotros”.

Reflexionando sobre su papel, Green agregó: “Se trata más de cómo puedo contribuir; a veces tienes que intentar ir desde la primera bola y terminar las entradas. O tal vez se trata de estabilizar el barco y conseguir la cooperación… Siento que estoy golpeando bien la bola, así que tengo confianza en dónde está mi juego”.

Publicado el 13 de octubre de 2025

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