Un trágico incidente que involucró a un hondureño de 24 años después de ser atropellado por un vehículo en la Interestatal 264 en Norfolk, Virginia, ha generado importantes preocupaciones sobre las prácticas de control de inmigración en los Estados Unidos. Su muerte ocurrió mientras huía de los agentes federales de inmigración durante una parada de tráfico de rutina para operaciones de control de inmigración.
Según su hermano, Henry Castro, los agentes del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) detuvieron a Joshua mientras se dirigía a trabajar en el jardín. El encuentro se intensificó cuando los agentes intentaron detener a Castro Rivera y sus tres pasajeros, obligándolo a huir a pie. En un intento desesperado por evadir la captura, cruza una carretera interestatal muy transitada y choca con el vehículo en el que viaja. Las autoridades dijeron que murió en el acto.
Castro Rivera se mudó a los Estados Unidos hace cuatro años con el deseo de traer a su familia de regreso a Honduras. Su hermano lo describió como de “muy buen corazón”, enfatizando la pérdida personal para su familia. A raíz de la tragedia, comenzó a recaudar fondos para repatriar el cuerpo de su hermano para su entierro.
Según el Departamento de Seguridad Nacional (DHS), el vehículo de Castro Rivera fue detenido como parte de una operación “dirigida e impulsada por inteligencia” destinada a detener a personas que supuestamente vivían en el país sin autorización legal. Las autoridades dicen que Castro Rivera “resistió vigorosamente” y huyó de la escena, lo que finalmente provocó el incidente fatal.
La Policía Estatal de Virginia respondió al accidente y confirmó el incidente, que se informó como una colisión entre un vehículo y un peatón. Tanto los funcionarios federales como los estatales inicialmente lo llamaron “José”, aunque los familiares insistieron en que el nombre correcto era Josué. Estas diferencias de identidad complican aún más las consecuencias emocionales para la familia en duelo.
El DHS está bajo escrutinio por sus prácticas y respuestas en las operaciones de control de inmigración. La agencia emitió una controvertida declaración sugiriendo que la muerte de Castro Rivera fue el resultado de “propaganda y desinformación” difundida por políticos, activistas y periodistas sobre las misiones de ICE y los riesgos de evitar la detención.
El incidente no es un caso aislado, ya que se han documentado una serie de muertes durante operaciones de control de inmigración bajo la administración Trump, lo que provocó protestas y demandas. Recientemente, un hombre mexicano recibió un disparo mortal durante una parada de tráfico en los suburbios de Chicago, y otro hombre murió después de huir de los agentes de ICE y ser atropellado por un vehículo en California. Estos eventos han alimentado el debate sobre las estrategias de control de la inmigración y sus implicaciones para la seguridad pública y los derechos humanos.
A medida que continúa la investigación sobre la muerte de Castro Rivera, se hacen más fuertes los llamados a la transparencia y la rendición de cuentas en las prácticas de aplicación de la ley de inmigración, lo que refleja una insatisfacción generalizada con las políticas actuales y sus consecuencias en el mundo real.












