En un giro sorpresa en medio del actual cierre del gobierno, se reveló que el misterioso donante detrás de una donación de 130 millones de dólares destinada a ayudar al personal militar estadounidense era Timothy Mellon, descendiente de una prominente familia de banqueros de la Edad Dorada. Si bien esta importante donación tiene una intención admirable, el New York Times informa que es sólo de 100 dólares por miembro del servicio, lo que pone de relieve la disparidad entre los aproximadamente 6.400 millones de dólares necesarios durante dos semanas para compensar adecuadamente a las tropas estadounidenses.
Las posibles implicaciones de la contribución de Mellon han generado preocupaciones legales, particularmente sobre la Ley Antideficiencia, que prohíbe a las agencias federales gastar fondos no autorizados expresamente por el Congreso. Dos personas que confirmaron la identidad de Mellon como beneficiario tras el anuncio del expresidente Donald Trump notaron los matices de la situación. Trump describió a Mellon como un “gran patriota” y un “amigo”, enfatizando su apoyo en el evento en la Casa Blanca sin revelar el nombre del donante.
Aunque, según se informa, Mellon tiene un patrimonio neto de casi mil millones de dólares, rechazó públicamente el título de multimillonario en un correo electrónico de 2024, diciendo: “¡No soy multimillonario!… Nunca lo he sido, nunca lo seré”. Su asistencia financiera tiene como objetivo específico aliviar las presiones financieras sobre los salarios y beneficios militares mientras continúa el cierre.
A pesar de la importante donación, los expertos señalan que, dado el tamaño del ejército en servicio activo, que incluye más de 1,3 millones de soldados, no es suficiente para afectar significativamente el salario militar. El presupuesto propuesto para 2025 por la administración Trump solicita alrededor de 600 mil millones de dólares para compensación militar.
Además, han surgido preocupaciones sobre la ética de las donaciones anónimas a expensas del gobierno, expresadas por un portavoz del senador Chris Coons. La oficina del demócrata de Delaware ha expresado su preocupación por las implicaciones de permitir que donantes no revelados financien operaciones militares, generando advertencias sobre la influencia extranjera y el potencial de control del personal militar estadounidense.
A medida que esta situación se desarrolla, se ponen de relieve las complejidades de financiar operaciones federales y las implicaciones de la riqueza privada en cuestiones de seguridad estatal y apoyo militar.











