Han surgido informes que sugieren que se ha encontrado equipo militar británico en un campo de batalla en Sudán, lo que genera serias preocupaciones sobre el cumplimiento por parte del Reino Unido de sus normas de exportación de armas. Los miembros del Parlamento (MP) han expresado su preocupación por el uso de armas británicas por parte de las Fuerzas de Apoyo Rápido (RSF), un grupo paramilitar acusado de genocidio en la guerra civil en curso.

Las pruebas examinadas por el Consejo de Seguridad de la ONU han planteado dudas sobre las exportaciones de armas del Reino Unido a los Emiratos Árabes Unidos (EAU), acusados ​​de suministrar estas armas a las RSF. Aunque los Emiratos Árabes Unidos niegan las acusaciones, la situación es particularmente peligrosa para los cientos de miles de civiles atrapados en El Fasher, recientemente reclamado por las RSF después de un asedio de un año.

El lunes, el gobierno del Reino Unido condenó un “patrón inquietante de abusos en El Fasher”, incluidos asesinatos sistemáticos, torturas y violencia sexual, incluido el uso de la violación como arma de guerra. La crisis humanitaria continúa intensificándose con varios informes de incidentes horribles, incluida una masacre reciente en un campo de refugiados que dejó decenas de muertos, incluidos niños.

Dos ex ministros, Annelies Dodds del Partido Laborista y Andrew Mitchell del Partido Conservador, instaron al gobierno del Reino Unido a tomar medidas decisivas para evitar nuevas masacres. La ministra de Desarrollo, la baronesa Jenny Chapman, destacó la urgente necesidad de mejorar los esfuerzos humanitarios, en particular para las mujeres y niñas afectadas por la sequía actual. Abogó por una colaboración más estrecha con socios internacionales como el Programa Mundial de Alimentos y UNICEF para abordar las crecientes necesidades.

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Si bien reconoció la gravedad de la situación, Chapman reconoció que las medidas preventivas efectivas están fuera del alcance de la comunidad internacional en este momento. El diputado liberal demócrata Charlie Maynard destacó el flujo de armas del Reino Unido a los Emiratos Árabes Unidos y cuestionó si estas armas se enviaban a las RSF. Señaló que entre 2019 y 2023, se exportaron armas a los Emiratos Árabes Unidos por valor de casi tres cuartos de mil millones de libras. Maynard enfatizó que si los Emiratos Árabes Unidos armaran a las RSF, el Reino Unido estaría violando sus propios estándares de licencias de exportación de armas.

La Secretaria de Asuntos Exteriores, Yvette Cooper, respondió a las acusaciones destacando el fortalecimiento de los controles de exportación de armas del Reino Unido y la importancia de prevenir el desvío. Reconoció las atrocidades en curso en Sudán, incluida la violencia sexual generalizada, y reiteró el compromiso del Reino Unido de trabajar con otros países influyentes de la región para facilitar la protección de los civiles.

Oliver Feeley-Sprague, de Amnistía Internacional, ha advertido sobre la posible complicidad del Reino Unido en atrocidades masivas debido a las continuas ventas de armas a los Emiratos Árabes Unidos. Ha criticado la insistencia del Reino Unido en un sistema sólido de licencias de armas, pero se han identificado componentes de fabricación británica en armas llevadas por grupos responsables de asesinatos de civiles en Sudán. Feeley-Sprague pidió al gobierno del Reino Unido que detenga inmediatamente todos los envíos de armas a los Emiratos Árabes Unidos y que inicie una investigación exhaustiva sobre cómo el equipo militar británico terminó en el campo de batalla sudanés.

La gravedad de la situación continúa creciendo, con llamados a la acción inmediata cada vez más fuertes en medio de una escalada de violencia y temores de una crisis humanitaria cada vez más profunda en Sudán.

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