Una importante operación militar en la que participaron dos bombarderos B-1B tuvo lugar sobre el Mar Caribe, cerca de Venezuela, según revelan los datos de seguimiento de vuelos del lunes. El incidente marca la tercera demostración de fuerza militar estadounidense en la región en las últimas semanas.
Los bombarderos de largo alcance, desplegados desde una base en Dakota del Norte, volaron paralelos a la costa venezolana antes de desaparecer de sus sistemas de seguimiento de señales. La misión está alineada con los esfuerzos de Estados Unidos para contrarrestar las actividades de narcotráfico dirigidas a la región. La presencia de fuerzas estadounidenses ha generado alarma en Caracas, donde crece la preocupación de que las maniobras militares puedan ser un precursor de un posible cambio de régimen en Venezuela.
Esta última operación siguió a un enfrentamiento reciente de al menos un bombardero B-1B la semana anterior, así como a una misión diferente que involucró a varios bombarderos B-52 una semana antes. Estados Unidos también ha aumentado su presencia militar en la región al desplegar el grupo de ataque del portaaviones USS Gerald R. Ford en América Latina y enviar diez cazas furtivos F-35 a Puerto Rico. Actualmente, la Armada estadounidense tiene siete barcos en el Caribe como parte de sus programas antinarcóticos.
En septiembre, las fuerzas estadounidenses atacaron y atacaron al menos diez embarcaciones que se cree estaban involucradas en el tráfico de drogas, entre ellas nueve embarcaciones y un semisumergible. Según las cifras recopiladas por la AFP, los informes indican que estas operaciones se han saldado con la muerte de al menos 43 personas. Sin embargo, no se ha divulgado públicamente ninguna evidencia que confirme que los buques atacados estén efectivamente involucrados en actividades de tráfico de drogas.
A medida que continuaron estas operaciones militares, aumentaron las tensiones en la región. Los funcionarios venezolanos acusan a Estados Unidos de intentar fomentar un golpe de estado contra el presidente Nicolás Maduro. Maduro ha descrito la campaña militar en curso como un conflicto fabricado diseñado para debilitar a su gobierno. El panorama geopolítico será abrumador mientras los dos países lidian con este conflicto complejo y en escalada.











