La OTAN participa activamente en Playbook Merlin 25, un ejercicio multinacional de guerra antisubmarina en el Mar Báltico dirigido por Suecia, el miembro más reciente de la alianza. Este importante programa de capacitación reúne a personal de nueve países de la OTAN que trabajarán en colaboración para fortalecer su preparación operativa e interoperabilidad en áreas marítimas críticas.
El principal objetivo de Playbook Merlin 25 es mejorar la cooperación en operaciones submarinas, la protección de rutas marítimas críticas y la seguridad de la infraestructura esencial. Dirigido por el Comando Marítimo Aliado (MARCOM), en el ejercicio participaron submarinos de Alemania y Suecia y aviones de patrulla marítima de Estados Unidos. La coalición también incluye barcos de superficie y helicópteros de Francia, Alemania y los Países Bajos, lo que presenta una representación diversa de las fuerzas navales aliadas.
El contraalmirante jefe de la Armada sueca, Johan Norlen, destacó la importancia estratégica del ejercicio. Señaló que al compartir experiencia en guerra submarina exclusiva de las condiciones únicas del Mar Báltico, la OTAN puede mejorar la seguridad y la estabilidad en la región, mejorando así la fuerza general de la Alianza para enfrentar los desafíos de seguridad contemporáneos.
Playbook Merlin forma parte de casi una docena de importantes ejercicios marítimos que se llevan a cabo anualmente bajo la supervisión de la OTAN, que enfatizan la presencia constante de fuerzas navales listas para un despliegue rápido en tiempos de crisis. Los Grupos Marítimos 1 y 2 permanentes de la OTAN, que comprenden buques de guerra y destructores de varios aliados, son cruciales para mantener la seguridad marítima y facilitar las operaciones de entrenamiento.
Además de sus esfuerzos en la OTAN, Suecia ha intensificado programas para mejorar sus capacidades marítimas, como lo demuestran varios acuerdos de defensa recientes. El mes pasado, el contratista de defensa sueco Saab recibió un contrato por valor de 9.600 millones de coronas (alrededor de 1.000 millones de dólares) para la fase de producción final de dos submarinos de clase Bleking, cuyas entregas se esperan entre 2026 y 2032.
Además, Suecia firmó recientemente un contrato con el constructor de barcos finlandés Marine Alutek para 20 buques Watercat M9 por un valor de 130 millones de coronas (alrededor de 14 millones de dólares) para reemplazar los barcos más antiguos previamente suministrados a Ucrania para los batallones anfibios del país. En septiembre, Suecia firmó un contrato de 60 millones de coronas (alrededor de 6,3 millones de dólares) con Saab para el diseño, montaje y prueba de un enorme vehículo submarino no tripulado equipado con sensores avanzados para mapear el fondo marino y detectar peligros submarinos.
Esta estrategia integral refleja el compromiso de Suecia de fortalecer las capacidades de defensa marítima, al tiempo que contribuye activamente a los objetivos más amplios de la OTAN de garantizar la seguridad y la preparación regionales en medio de desafíos en constante evolución.











