El centavo estadounidense, moneda estadounidense desde 1793, alcanzó un hito clave el 12 de noviembre de 2025, cuando la Casa de la Moneda de Estados Unidos lanzó su último lote para su circulación en las instalaciones de Filadelfia. Esta decisión, arraigada en el pragmatismo económico, marcó el fin de la producción regular de la moneda de un céntimo, aunque seguiría siendo de curso legal indefinidamente. Con 300 mil millones de centavos ya en circulación (mucho más que las necesidades comerciales), el objetivo paso a paso es frenar el despilfarro financiero sin eliminar repentinamente la moneda del uso cotidiano. Esta descripción general completa examina el contexto histórico, los motivos de la discontinuación, los detalles del producto, los costos, las implicaciones económicas y las perspectivas futuras, a partir de informes oficiales, análisis de noticias y discurso público.
Contexto histórico del centavo
Introducido en 1793, el centavo originalmente tenía un poder adquisitivo considerable, equivalente a la compra de una galleta o una vela. Con el tiempo, evolucionó del cobre puro a un núcleo de zinc con revestimiento de cobre en 1982, lo que refleja las presiones de los costos de los materiales. El perfil de Abraham Lincoln ha adornado la fachada desde 1909, simbolizando los ideales nacionales. El debate sobre su viabilidad se ha intensificado en las últimas décadas, con propuestas como la HR 1270 en 2025 que sugiere que tanto las monedas de un centavo como las de cinco centavos se eliminen progresivamente del estudio. La orden del presidente Trump de febrero de 2025 aceleró el proceso, deteniendo la producción para 2026, pero la acuñación final tuvo lugar antes de lo esperado.
En el año fiscal 2024, los centavos representan el 57% de los 5,61 mil millones de monedas en circulación de la Casa de la Moneda, de los cuales se produjeron 3,2 mil millones, más del doble que cualquier otra denominación. Las instalaciones de la Casa de la Moneda en Filadelfia y Denver manejaban esta producción, pero el acaparamiento de estadounidenses había reducido durante mucho tiempo el reciclaje, exacerbando los problemas de suministro.
Razones para suspender la producción.
El principal factor es la ineficiencia de costos: producir y distribuir cada centavo cuesta 3,69 centavos, casi cuatro veces su valor nominal, lo que genera 85 millones de dólares en pérdidas anuales. Este es el decimonoveno año consecutivo de producción rentable de centavos. Sus defensores, incluida la Asociación Nacional de Tiendas de Conveniencia, argumentan que acelerará las cajas y mantendrá el ritmo de la disminución del uso de efectivo. La orden de Trump hizo hincapié en la eliminación de prácticas “despilfarradora”, haciéndose eco de las tendencias globales en las que países como Australia, Irlanda y Nueva Zelanda han eliminado gradualmente las monedas de baja denominación.
Comparativamente, otras monedas enfrentan problemas similares:
| acuñar | valor nominal | Costo de producción (2024) | Implicaciones de pérdidas anuales |
|---|---|---|---|
| Centavo | 1 por ciento | 3,69 centavos | 85 millones de dólares (antes de la eliminación gradual) |
| Níquel | 5 centavos | 13,78 centavos | 17,7 millones de dólares |
| diez centavos | 10 centavos | < 6 centavos | Rentable |
| Cuarto | 25 centavos | ~ 15 centavos | Pequeño daño |
Datos de informes y análisis de la Casa de la Moneda de EE. UU. El níquel, valorado en casi tres veces su valor, se enfrenta a un mayor escrutinio, pero no hay ningún plan para detenerlo.
La acuñación final y las ediciones especiales
El 12 de noviembre de 2025, el tesorero de los Estados Unidos, Brandon Beach, acuñó ceremonialmente los últimos cinco centavos de menta, marcados con un símbolo omega (Ω) para indicar el final. Los trabajadores aplaudieron cuando se soltaron las monedas, mezclando emoción con aceptación. La casa de la moneda produjo 232 monedas de un centavo con el sello Omega (una por año de producción) y tres y 235 versiones de oro para exhibición. Estos, junto con el lote final, se subastarán en diciembre y los fondos se destinarán a las operaciones de Mint; Algunos pueden alcanzar los 100.000 dólares. Los centavos de coleccionista continúan en tiradas limitadas, pero no para circulación.
Impactos económicos y sociales
La eliminación gradual ahorraría 56 millones de dólares al año, pero generó desafíos inmediatos. La escasez se produjo más rápido de lo esperado a medida que los bancos racionaron y los minoristas como Walmart implementaron el redondeo al níquel más cercano. Kwik estima $3 millones en pérdidas por el viaje, mientras que otros ofrecen incentivos como refrescos gratis por depósitos de un centavo. El gasto de los consumidores podría aumentar hasta 6 millones de dólares al año según el resumen, pero algunos análisis sugieren un impacto neto mínimo si las empresas funcionan sin problemas.
Las reacciones del público a las plataformas resaltan las preocupaciones: falta de planificación gubernamental en comparación con el lanzamiento estructurado de Canadá, aumento abusivo de los precios corporativos y nostalgia por el papel cultural de la moneda. Los historiadores señalan que los centavos reflejan valores sociales, desde la política hasta el arte. La tendencia sin efectivo (16% de las transacciones) promueve la eficiencia del cambio en efectivo, pero exacerba los problemas para los grupos de bajos ingresos que dependen del cambio exacto.
Dado que se espera que sus pérdidas de producción alcancen los 17,7 millones de dólares en 2024, el escrutinio del níquel podría verse ampliamente afectado. Eliminar ambos ahorraría más, pero aumentaría los costos hasta en 56 millones de dólares al año.
Perspectivas de futuro
Los centavos permanecen en circulación durante décadas, conservando su valor. Las preguntas frecuentes de Mint abordan las preocupaciones, insistiendo en que no hay ninguna prohibición, simplemente no hay nuevas acuñaciones. Las subastas de ediciones tardías pueden aumentar el interés de los coleccionistas, y es probable que la escasez aumente los valores de variantes más raras. A largo plazo, esto acelerará los pagos digitales para adaptarse a los cambios globales. Es posible que las autoridades necesiten abordar reglas de redondeo para minimizar los efectos asimétricos.
En esencia, la discontinuidad del centavo refleja realidades económicas que subrayan las tensiones entre tradición y eficiencia en las economías modernas.












