Un acontecimiento reciente en el panorama político es que el Departamento de Justicia retiró su apelación de la financiación del Programa de Asistencia Nutricional Suplementaria (SNAP) de la Corte Suprema, allanando el camino para la reanudación de la financiación. La decisión se produce en medio de tensiones intensificadas a medida que los legisladores de la Cámara de Representantes han demostrado su resiliencia para superar obstáculos importantes a los viajes aéreos a medida que el cierre del gobierno se acerca a su fin.

Seis representantes demócratas rompieron filas con el liderazgo de su partido y ocuparon los titulares al votar a favor de un proyecto de ley que eventualmente pondría fin al cierre del gobierno. El grupo, que incluía a los representantes Mary Glusenkamp Pérez, Jared Golden, Adam Gray, Dan Davis, Henry Cuellar y Tom Suozzi, se alineó con la mayoría de los republicanos y ayudó a aprobar el proyecto de ley por estrecho margen, 222 a 209. Marcó el cierre más largo en la historia de Estados Unidos.

En una sincera declaración en la plataforma de redes sociales X, Gluesenkamp Pérez expresó su frustración durante las últimas semanas en el Congreso, diciendo: “Los estadounidenses ya no pueden darse el lujo de ver a sus representantes quedar atrapados en logros partidistas para que abdiquen de su responsabilidad de unirse para resolver los problemas urgentes que enfrenta nuestra nación”. Destacó las preocupaciones de los beneficiarios de SNAP y enfatizó su renuencia a priorizar los logros políticos sobre el apoyo necesario.

La agitación política se ha extendido más allá del Congreso con la reciente apertura de una investigación judicial sobre la legalidad del nombramiento por parte de Trump de Lindsay Halligan, la fiscal federal interina para el Distrito Este de Virginia. La batalla legal se complicó aún más por las críticas públicas de figuras como el ex presidente Bill Clinton, quien calificó de “desastre” la estrategia Estados Unidos primero del Pentágono.

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Las tensiones entre Estados Unidos y Colombia han aumentado a nivel internacional, y el presidente colombiano Gustavo Petro describió a Trump como un “bárbaro” en medio de disputas en curso sobre redadas de barcos narcotraficantes.

Mientras el Capitolio continúa lidiando con estos problemas, la dinámica interna dentro del Partido Demócrata también está bajo escrutinio. Estalló una especie de guerra civil entre los demócratas moderados, a quienes los progresistas acusaron de socavar unas elecciones libres y justas.

En otras noticias, el senador John Fetterman fue hospitalizado tras una caída que generó problemas de salud, y el Departamento de Justicia está persiguiendo a un sospechoso tras un ataque a la oficina de la fiscal federal Alina Habba.

El tumultuoso entorno político está bajo estrecho escrutinio, con importantes implicaciones para la administración Trump y las próximas prioridades legislativas.

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