Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de EE. UU. han actualizado su sitio web oficial para reformular su afirmación de larga data de que “las vacunas no causan autismo”, afirmando en cambio que la afirmación no se basa en evidencia.

El grupo antivacunas Children’s Health Defense, anteriormente dirigido por RFK Jr., respaldó el cambio, calificándolo de un reconocimiento que se debía desde hace mucho tiempo.(Reuters)

La revisión se hizo pública el 19 de noviembre, marcando un alejamiento del mensaje de salud pública de la agencia de hace una década y alineándose con el Secretario de Salud y Servicios Humanos de EE. UU., Robert F. Kennedy Jr.

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Una inversión de mensajes

Los CDC admiten en este nuevo lenguaje que “los estudios no han descartado la posibilidad de que las vacunas infantiles causen autismo”. Agregaron que algunos estudios sugieren un vínculo entre la vacunación y el autismo, que ha sido “ignorado por las autoridades sanitarias”.

La agencia había mantenido previamente la firme conclusión de que no existía ningún vínculo entre las vacunas y los trastornos del espectro autista.

Sin embargo, la página web aún conserva el encabezado original en negrita, “Las vacunas no causan autismo”, debido a un acuerdo previo con el senador Bill Cassidy, presidente del Comité Senatorial de Salud, Educación, Trabajo y Pensiones.

El grupo antivacunas Children’s Health Defense, anteriormente dirigido por RFK Jr., respaldó el cambio, calificándolo de un reconocimiento que se debía desde hace mucho tiempo.

Clima político y ramificaciones políticas

La medida se produce en medio de una creciente controversia en torno a RFK Jr., un escéptico de las vacunas desde hace mucho tiempo que ha insistido repetidamente en un vínculo entre las vacunas y el autismo.

Esto indica una interferencia política en la comunicación científica.

Andrew Nixon, portavoz del Departamento de Salud y Servicios Humanos (HHS), dijo que el sitio web ahora reflejaría “ciencia científica basada en evidencia estándar de oro” y que el HHS estaba lanzando una “evaluación integral” de las causas del autismo, incluidos los mecanismos biológicos y los posibles vínculos causales.

A principios de este año, Kennedy despidió a todos los miembros del poderoso Comité Asesor sobre Prácticas de Inmunización de los CDC, o ACIP, e instaló su propio grupo en su lugar. Aunque también se han refutado las preocupaciones sobre la seguridad del conservante timerosal, que se utiliza en un pequeño porcentaje de las vacunas contra la gripe, el nuevo consejo asesor pidió su eliminación en una de sus primeras acciones.

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Esto podría aumentar los riesgos para la salud y las dudas sobre las vacunas.

Según Georgia Public Broadcasting, las tasas de vacunación en Estados Unidos ya son frágiles. Una reversión de este tipo por parte de una agencia de salud líder podría amenazar con erosionar la confianza del público en las vacunas y detener los esfuerzos de inmunización.

La disminución de la cobertura de vacunación podría provocar peligrosos brotes de enfermedades prevenibles.

Algunos comentaristas señalan que las disminuciones anteriores en la vacunación estuvieron relacionadas con el aumento de preocupaciones desacreditadas sobre las vacunas y el autismo, según KBPS.

Expertos en salud pública critican esta decisión

Los expertos en salud pública criticaron duramente la actualización, calificándola de engañosa y científicamente infundada.

La Dra. Susan J. Kressly, presidenta de la Academia Estadounidense de Pediatría, advirtió que al plantear dudas sobre la seguridad de las vacunas, los CDC están socavando una de las herramientas más poderosas de la salud pública, la inmunización de rutina, como informa KBPS.

También dijo: “Desde 1998, investigadores independientes en siete países han realizado más de 40 estudios de alta calidad en los que participaron más de 5,6 millones de personas. La conclusión es clara e inequívoca: no existe ningún vínculo entre las vacunas y el autismo”.

Según Georgia Public Broadcasting, la Autism Science Foundation también expresó su preocupación. Dijeron: “Ningún factor ambiental ha sido mejor estudiado como causa potencial del autismo que las vacunas… La nueva declaración muestra una falta de comprensión del término ‘evidencia’.

También se informa que algunos funcionarios actuales y anteriores de los CDC no fueron consultados antes de la actualización. Según Demeter Daskalakis, ex alto ejecutivo de los CDC, los científicos de carrera han quedado “sorprendidos” por el cambio.

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