Los únicos ejemplares silvestres de un raro loro azul que fueron devueltos recientemente a su hábitat natural en Brasil fueron diagnosticados con un virus mortal e incurable, indicó el gobierno en un comunicado enviado a la AFP el jueves.

Un virus mortal ataca a los últimos raros guacamayos azules en estado salvaje de Brasil

La enfermedad supone un duro golpe para un programa para devolver al guacamayo de Spix que aparece en la película animada de 2011 “Río” a su hábitat natural semiárido en el noreste de Brasil, 25 años después de que fuera declarado extinto en estado salvaje.

La especie es una de las aves más raras del mundo.

La agencia de protección de la naturaleza de Brasil, ICMBio, dijo a la AFP que desde que un grupo de guacamayos de Spix llegó al país procedente de Alemania en 2020, una veintena de ellos han sido liberados y sólo 11 han sobrevivido.

Ahora todos los supervivientes han dado positivo en circovirus, que causa la enfermedad del pico y las plumas de los loros.

“La enfermedad no tiene cura y mata al ave en la mayoría de los casos”, dijo el ICMbio en un comunicado.

Otras veintiún aves que aún se encuentran en cautiverio en un centro de cría en el estado de Bahía también dieron positivo.

Se están realizando investigaciones para determinar el origen del virus, que no representa ningún peligro para los humanos.

La película “Rio” cuenta la historia de un guacamayo Spix criado en cautiverio en Estados Unidos que regresa a Brasil para intentar salvar a su especie.

Los esfuerzos de la vida real para salvar al loro merecen más un drama de alto riesgo, marcado por preocupaciones sobre criadores sin escrúpulos y ventas a coleccionistas privados.

El centro de cría Bluesky es socio de la Asociación Alemana para la Conservación de Loros en Peligro de Extinción, que posee el 75 por ciento de los guacamayos de Spix registrados en el mundo, según ICMBio.

Brasil puso fin a su asociación con la ATCP en 2024 después de que la organización alemana vendiera 26 de las aves a un zoológico privado en la India sin su consentimiento.

Brasil ha expresado repetidamente su preocupación en las reuniones de la CITES, el regulador mundial del comercio de vida silvestre, sobre las lagunas jurídicas que permiten la venta de guacamayos de Spix criados en cautiverio y alimentan la demanda de esta frágil especie.

Además de la pérdida de hábitat, la demanda de los coleccionistas privados ha provocado la extinción del ave en estado salvaje.

El ICMBio multó al centro de cría BlueSky con 1,8 millones de reales por no implementar protocolos de bioseguridad destinados a frenar la propagación del virus.

Los inspectores encontraron comederos para pájaros “extremadamente sucios” con incrustaciones de excrementos, mientras los trabajadores manipulaban a los pájaros “usando chanclas, pantalones cortos y camisetas”.

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