Los viajes del director del FBI, Kash Patel, están siendo investigados por los principales demócratas del Comité Judicial de la Cámara de Representantes. La observación surge de una serie de informes recientes en los medios de comunicación que alegan que Patel utilizó el avión de pasajeros Gulfstream del FBI para salidas personales. Específicamente, las acusaciones incluyen viajes a Tennessee para “citas nocturnas” y salidas recreativas con amigos en Texas.

A la luz de estas afirmaciones, los miembros del comité han solicitado formalmente a Patel que proporcione registros detallados de su viaje, incluida la información de los pasajeros y cualquier comunicación relacionada con estos vuelos. El 25 de octubre llamó especialmente la atención sobre su vuelo a Pensilvania, donde asistió a un combate de lucha libre en el que actuaba su novia. Después de su actuación, Patel regresó a Nashville en el mismo avión al día siguiente.

La investigación también incluyó un viaje posterior a Texas, destacado en un reportaje del Wall Street Journal. Durante el viaje, Patel supuestamente pasó varios días en Boondoggle Ranch, un centro de caza propiedad del megadonante republicano Bubba Salisbury. Los miembros del comité sugirieron que el lugar se estaba comercializando como un sitio para “perder dinero o tiempo en proyectos innecesarios o dudosos”, lo que generó más dudas sobre la idoneidad del uso de recursos gubernamentales por parte de Patel.

El Comité Judicial se acercó al FBI para solicitar registros de viaje antes del 15 de diciembre. Sin embargo, como miembros de un partido minoritario, no tienen el poder de emitir citaciones, lo que significa que sus solicitudes no son obligatorias. En su correspondencia con el FBI, los representantes Jamie Raskin y Sidney Kamlager-Dove insisten en que el avión en cuestión es un activo gubernamental financiado por los contribuyentes.

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Las preguntas sobre el uso del avión del FBI por parte de Patel han surgido anteriormente en informes de los medios, incluida una apelación formal de los demócratas del Senado que piden una revisión por parte de la Oficina de Responsabilidad Gubernamental. Las políticas existentes del poder ejecutivo requieren que los directores del FBI utilicen aviones gubernamentales para viajes oficiales y personales para garantizar el acceso a comunicaciones seguras y capacidades de respuesta rápida durante emergencias. Los vuelos personales deben reembolsarse con las tarifas de autocar y los directores pueden llevar a familiares o amigos si los gastos correspondientes están cubiertos.

Investigaciones posteriores revelaron que Patel también utilizó los aviones Gulfstream del FBI para varios viajes a Las Vegas, donde tenía una casa, y a Nashville, donde vivía su novia. Los rastreadores de vuelos públicos confirmaron su presencia en un viaje a Las Vegas a principios de este año, así como en viajes posteriores a Nashville.

Los avances en la investigación continúan, destacando las preocupaciones actuales sobre el mal uso de los recursos gubernamentales por parte de los titulares.

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