En los últimos años ha habido escasez de dirigentes deportivos en las escuelas secundarias. Daniel Ashikian, de 21 años, y Casey Pope, de 18, respondieron al llamado.
Ya iniciaron su segunda temporada arbitrando partidos de baloncesto para el equipo del Valle de San Fernando.
“Es mejor que trabajar en McDonald’s”, dijo Pope.
Pope jugaba baloncesto en Monroe High e inmediatamente quiso convertirse en funcionario. Ashikian ha jugado baloncesto durante años y quería permanecer en este deporte. Esta semana trabajaron en el juego femenino del equipo junior varsity en Granada Hills.
Ya es bastante difícil para los funcionarios experimentados tratar con entrenadores, jugadores y fanáticos. El hecho de que estos dos jóvenes árbitros hayan aceptado el desafío da esperanza para el futuro: que otros ex jugadores se unan a ellos y se conviertan en árbitros.
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