El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, expresó recientemente optimismo respecto de la situación en Gaza, indicando que Qatar está dispuesto a proporcionar fuerzas de mantenimiento de la paz si fuera necesario. Durante una breve parada para repostar combustible en Doha, Trump se reunió con el emir qatarí Sheikh Tamim bin Hamad Al-Thani y elogió a la nación del Golfo como un aliado clave y un actor clave en el mantenimiento de la estabilidad regional.
Los comentarios de Trump se produjeron cuando describió los avances en los esfuerzos para estabilizar Gaza, insinuando que pronto se desplegarían fuerzas internacionales en la zona. “Debe ser una paz duradera”, subrayó, destacando el papel clave de Qatar en la consecución de este objetivo.
Durante la reunión, Trump elogió al jeque Tamim como uno de los gobernantes más importantes no sólo en Medio Oriente sino a nivel mundial. El Presidente destacó el doble estatus del Emir como figura amada y respetada, y le preguntó si uno era más importante que el otro. Hizo un gesto hacia el Emir y el Primer Ministro de Qatar, Mohammed bin Abdulrahman bin Jassim Al Thani, reiterando sus logros cooperativos durante el año pasado, particularmente en la promoción de la paz en el Medio Oriente.
Trump expresó su gratitud, señalando que “hemos hecho mucho juntos” y prometiendo que los continuos esfuerzos de Qatar contribuirán a un Oriente Medio más seguro en el futuro previsible.
Sin embargo, el tono optimista de Trump contrastó con los sentimientos expresados por los líderes de las milicias anti-Hamás que operan en zonas de la Franja de Gaza. Estos líderes se opusieron firmemente a la participación de fuerzas qataríes o turcas en el escenario de posguerra. Hussam al-Astal, que dirige una milicia en Khan Yunis, ha criticado tanto a Turquía como a Qatar, calificándolos de “criminales de guerra” y el apoyo de Turquía a Hamás.
Al-Astal añadió que quienes se oponen a Hamás encontrarán aliados bienvenidos en la región, y criticó al grupo por la destrucción que ha traído tanto a Israel como a Palestina. “Hamás, no Israel, es responsable de las muertes de mujeres y niños en Gaza”, dijo, aclarando que las acciones de Hamás durante el conflicto a menudo resultan en muertes.
En otra expresión de disidencia, Rasan al-Dahini, de la milicia de Yasser Abu Shabaab en Rafah, cuestionó las intenciones de Turquía, declarando que no opera pensando en la paz y apoya abiertamente a Hamás.
El contraste entre el enfoque diplomático de Trump y la postura de los líderes de las milicias locales subraya las complejidades que rodean los esfuerzos de paz en Gaza, lo que ilustra los desafíos que aún quedan para establecer una solución duradera en una región marcada por profundas tensiones y alianzas divergentes.
 
            