El actual cierre del gobierno ha tenido poco impacto en los visitantes humanos a la Reserva del Río Casumnes; Sin embargo, plantea graves riesgos para las aves migratorias, especialmente las grullas canadienses. Desde que se cancelaron los censos federales críticos de aves acuáticas en octubre, los datos vitales que rastrean la presencia y los movimientos de varias especies se han visto comprometidos.
Sally Galist, naturalista y voluntaria dedicada en la reserva al oeste de Galt, enfatizó la importancia de estos estudios. Generalmente se realizan dos veces al mes y proporcionan datos esenciales sobre las poblaciones de aves y sus hábitats. “Si no podemos monitorear y determinar dónde están las aves y cuántas hay aquí, es difícil”, dijo.
La Reserva del Río Casumnes consiste principalmente en tierras propiedad de Nature Conservancy, pero también incluye secciones administradas por la Oficina Federal de Administración de Tierras (BLM). Con la cancelación de los censos de octubre, las observaciones de especies migratorias se han vuelto en gran medida informales, lo que significa que se pierden conocimientos críticos sobre los tiempos y patrones de llegada de las aves.
Estos cálculos son fundamentales para estrategias eficaces de gestión del agua en la conservación, que respaldan la salud de las poblaciones de aves nativas. Esta falta de observaciones formales obstaculiza los esfuerzos de investigación, incluidos los estudios en curso sobre cómo el cambio climático afecta la migración de las aves.
El cierre del gobierno, que comenzó el 1 de octubre, se produjo después de que fracasaran las negociaciones entre los demócratas y republicanos del Congreso sobre acuerdos presupuestarios, lo que afectó particularmente la financiación de los subsidios al seguro médico en virtud de la Ley de Atención Médica Asequible. Como resultado, se detuvieron las operaciones federales no esenciales, pero los empleados esenciales continuaron presentándose a trabajar sin paga.
El cierre también ha afectado a las actividades de voluntariado en el ámbito asistencial. Un domingo reciente, Galist asistió al sitio de manera no oficial, sin poder acceder al centro de visitantes cerrado donde normalmente se reúnen los voluntarios. A pesar del cierre, consideró que era imperativo estar disponible para abordar cualquier inquietud, como responder las preguntas de los visitantes e informar a los dueños de perros sobre el impacto negativo en las aves acuáticas locales.
El visitante John Rogers, un ávido observador de aves que frecuenta la reserva casi todos los domingos, dijo que algunas visitas guiadas continuaron mientras que otras fueron suspendidas. Expresó su preocupación sobre cómo un cierre prolongado afectaría el número de visitantes y las experiencias en general.
A pesar de los desafíos planteados por el cierre, el personal de BLM continuó ajustando los niveles de agua en los humedales gestionados, un paso fundamental para la supervivencia de las aves acuáticas. La reserva del río Cosumnes alberga más de 250 especies de aves, siendo las grullas canadienses las más notables. Sus vibrantes coronas rojas los convierten en una vista icónica mientras migran a lo largo de la ruta migratoria del Pacífico, lo que subraya la importancia de preservar su hábitat en medio de las incertidumbres actuales.












