El ejército de Nueva Zelanda concluyó con éxito su mayor ejercicio de entrenamiento en 2025 en la Isla Sur, marcando una marcada transición de ejercicios de extracción básicos a operaciones de combate más amplias. Apodado “Ejercicio Casino”, el evento de dos semanas tuvo lugar en el distrito de Marlborough y fue diseñado para evaluar la idoneidad de los soldados en escenarios de misiones de la vida real.

El ejercicio comenzó con una formación sobre procedimientos de evacuación de no combatientes en una hipotética zona de crisis. A medida que avanzaba el evento, las operaciones aumentaron en complejidad, incluidas patrullas, redadas y misiones de búsqueda contra fuerzas de milicias simuladas. Los soldados participaron en diversas tareas, como limpiar los campamentos del enemigo convencional, asegurar posiciones para operaciones con drones y capturar a un líder de la milicia.

La operación demostró la cooperación entre varias unidades, incluido el 3.er Batallón de Apoyo al Servicio de Combate, el 3.er Escuadrón de Ingenieros de Campo y el 5.º Escuadrón de Señales. Los activos de la Real Fuerza Aérea de Nueva Zelanda, como los helicópteros NH90 y los aviones de transporte Hércules C-130J-30, que son vitales tanto para el apoyo logístico como para las operaciones de entrenamiento aéreo, son parte integral del ejercicio. Además, los ingenieros del ejército utilizaron botes inflables para simular los cursos de los ríos durante los ejercicios.

El evento concluyó cerca del río Wairau en el RNZAF Dip Flat, donde los participantes llevaron a cabo un ataque aéreo y terrestre conjunto en un área objetivo remota designada. El Teniente Coronel Jerry Matepare, Comandante del 2.º/1.er Batallón del Regimiento Real de Infantería de Nueva Zelanda, enfatizó la importancia del ejercicio y dijo que reforzó la coordinación clave entre el personal del Ejército y la Fuerza Aérea al tiempo que mejoraba la preparación general para el combate.

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“Es vital garantizar que nuestro personal esté preparado para despliegues operativos globales para aprender y desarrollar las habilidades necesarias en todo el espectro de conflictos y en el entorno operativo contemporáneo”, dijo. Describió el ejercicio como un paso clave en los esfuerzos del Ejército por modernizar sus conceptos operativos para el futuro campo de batalla.

Mateparae también expresó su agradecimiento a la comunidad local de Marlborough por su apoyo durante el ejercicio. Admite que el nivel de formación no se habría podido alcanzar sin la ayuda local y añade: “La comunidad de Marlborough en general ha sido unos anfitriones fantásticos para nosotros durante las últimas semanas”. Elogió el paisaje escénico de la zona, que proporcionó un campo de entrenamiento eficaz, y expresó entusiasmo por futuras oportunidades de formación en la región.

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