En medio de un cierre prolongado del gobierno federal, las especulaciones de que el presidente Donald Trump busca un tercer mandato enfrentan rechazo, particularmente por parte del presidente de la Cámara de Representantes, Mike Johnson. Johnson, un republicano clave cercano a Trump, arrojó dudas sobre la viabilidad de tal propuesta, citando las limitaciones impuestas por la 22ª Enmienda a la Constitución de Estados Unidos.
Durante una conferencia de prensa en el Capitolio el día 28 del cierre, Johnson insistió en que las conversaciones entre él y Trump habían abordado los límites de la Constitución. “No veo un camino para lograr eso”, dijo, reflejando un entendimiento compartido de que enmendar la Constitución para permitir una tercera presidencia sería un esfuerzo desafiante y de largo plazo que requeriría un amplio apoyo de los estados y votos del Congreso.
A pesar de los obstáculos constitucionales, Johnson anunció la decisión en nombre del partido y dijo: “Vamos a cumplir con el pueblo estadounidense y tenemos una gran carrera por delante: vamos a tener cuatro años sólidos”. Sus comentarios se producen mientras Trump pone a prueba los límites de los poderes presidenciales, lo que a menudo plantea dudas sobre la legitimidad de sus actuales ambiciones políticas.
En este contexto, se distribuyeron como souvenirs entre legisladores y visitantes de la Casa Blanca símbolos que apoyan la posible candidatura de Trump, como sombreros “Trump 2028”. Además, Stephen Bannon, quien anteriormente dirigió la campaña de Trump en 2016, ha reabierto las conversaciones sobre un posible tercer mandato.
En un vuelo reciente a Japón, Trump expresó su entusiasmo por postularse nuevamente para un cargo, diciendo: “Quiero hacerlo”, al tiempo que identificó una lista sólida de candidatos en el Partido Republicano para las próximas elecciones. Destacó las perspectivas de personas como el Secretario de Estado Marco Rubio y el Vicepresidente JD Vance, reforzando que el partido está bien posicionado de cara al futuro.
Cuando se le preguntó sobre la noción de postularse para vicepresidente como un camino estratégico hacia la presidencia, Trump descartó la idea como “demasiado linda” para resonar en el público.
A medida que el panorama político continúa cambiando, Trump parece reacio a explorar los límites de su poder presidencial, lo que demuestra su voluntad de enfrentar una posible oposición. Por ejemplo, desplegó tropas de la Guardia Nacional en ciudades a pesar de las objeciones de los gobernadores estatales y participó activamente en la financiación de proyectos en la Casa Blanca, mientras navegaba por las implicaciones de un cierre gubernamental en curso. Johnson describió las preocupaciones sobre las especulaciones sobre el tercer mandato de Trump como respuestas exageradas de los críticos, las atribuyó a reacciones de “pelo en llamas” y sugirió que Trump simplemente estaba disfrutando de las bromas políticas.











