El presidente de un destacado grupo de expertos alineado con los republicanos defendió públicamente a la personalidad de los medios conservadores Tucker Carlson después de la decisión de Carlson de presentar al activista de extrema derecha Nick Fuentes en su podcast. Kevin Roberts, presidente de la Heritage Foundation, recurrió a las redes sociales para enfatizar que a pesar de las crecientes preocupaciones sobre las asociaciones y puntos de vista de Carlson, la organización no se está distanciando.

En su vídeo, Roberts destaca una marcada división en los círculos conservadores sobre el alcance del apoyo de Estados Unidos a Israel. Insistió en que los conservadores no deberían sentirse obligados a apoyar a ningún gobierno extranjero debido a la presión de lo que describió como una “clase globalista”. Esta postura representa una lucha ideológica más amplia entre los conservadores con respecto a la política exterior, especialmente a la luz del conflicto en curso entre Israel y Hamás.

Roberts llamó a Carlson “un amigo cercano” y defendió el legado de la Heritage Foundation, diciendo que era la columna vertebral intelectual del movimiento conservador y que no se propondría “abolir a nuestro propio pueblo”. Sus comentarios reafirmaron la estrategia de la fundación de fomentar un diálogo sólido y a veces controvertido en un espacio conservador.

La Heritage Foundation, una institución de larga data en la política conservadora, ha desempeñado un papel importante en la configuración de políticas y mensajes políticos. Su reciente iniciativa “Proyecto 2025”, una guía integral para reformar las prácticas del gobierno federal, ha atraído considerable atención, especialmente en medio del clima político actual.

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Fuentes, quien ha sido asociado con la ideología nacionalista blanca y antisemita, se reunió anteriormente con el entonces presidente Donald Trump en Mar-a-Lago en 2022, un encuentro criticado por varios republicanos prominentes. En ese momento, Trump restó importancia a la reunión, diciendo que no conocía a Fuentes y que pensaba que el encuentro fue “rápido y sin incidentes”.

La defensa de Carlson por parte de Roberts provocó duras críticas por parte de varios líderes judíos. En particular, el líder de la minoría del Senado, Chuck Schumer, el miembro judío de más alto rango del Congreso, condenó la postura de la Heritage Foundation, describiéndola como una inquietante aceptación del antisemitismo y las teorías de conspiración consistentes con la supremacía blanca. Como cuestión de integridad moral, pidió a sus colegas conservadores que renunciaran a aceptar tales doctrinas.

Matt Brooks, director ejecutivo de la Coalición Judía Republicana, también expresó su profunda decepción porque el apoyo de Roberts a Carlson y Fuentes es inaceptable en el movimiento conservador contemporáneo. Su respuesta ilustra la creciente preocupación en algunos sectores por la normalización de opiniones extremas dentro del Partido Republicano.

A medida que se intensifica el debate en torno a la relación entre Estados Unidos e Israel, con un escrutinio cada vez mayor de las expresiones del nacionalismo cristiano en el discurso político, Roberts intenta navegar estos complejos hilos mientras mantiene una fuerte alianza con Carlson. Su afirmación de que los cristianos tienen derecho a criticar a Israel sin ser tildados de antisemitas añade otra capa a un tema ya polémico, planteando interrogantes sobre la trayectoria futura del pensamiento conservador y sus implicaciones para la política exterior estadounidense.

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