En una emotiva ceremonia celebrada el 23 de octubre en el cementerio de Hollywood en Richmond, Virginia, los restos de Eliza Monroe Hay, hija del quinto presidente de Estados Unidos, James Monroe, fueron enterrados con su padre en una tumba anónima en Francia casi dos siglos después. El regreso culminó años de dedicada investigación y defensa por parte de Barbara Vorndyk, quien sintió el imperativo de restaurar el legado de Hay y reunirla con su familia.
Más de 200 personas, incluidos los descendientes de Hay, asistieron a la ceremonia. Vorndyk ofreció un sincero elogio que refleja el peso emocional de la ocasión. “Es asombroso. Es un poco abrumador. Es un poco humillante”, dijo, expresando su alivio de que Haye finalmente estuviera en casa.
Eliza Munro Hay, que murió en París en 1840, ha sido retratada desfavorablemente durante mucho tiempo en los relatos históricos como un hombre testarudo que abandonó a su familia. Worndick, a quien tergiversan mientras trabajaba en la finca Highland de James Monroe, se embarca en una misión para descubrir la verdad. Su investigación revela que tras la muerte de su padre por tuberculosis, decidió dejar Hay en lugar de huir a París por motivos de salud. Una investigación más profunda reveló que nunca había recibido la herencia que le correspondía, lo que la dejó con dificultades financieras en sus últimos años en Francia.
“Su historia es lo contrario de lo que mucha gente cree”, dijo Vorndyk. Ella insiste en que la partida de Haye fue una necesidad, no una elección, ya que estaba separada de su familia debido a problemas económicos y de salud.
VornDick Hay publicó una biografía, La verdadera historia de Eliza: la primera biografía de la hija mayor del presidente MonroeEn 2022, compartió sus hallazgos para dejar las cosas claras con los descendientes de Hay. Al mismo tiempo, trabajó para repatriar los restos de Hay, un proceso que requirió un esfuerzo considerable para obtener la aprobación de los herederos supervivientes, la ciudad de París y el propietario original del crematorio de Hay.
Después de que se concedieron las aprobaciones necesarias, Vorndyk se emocionó cuando recibió la carta de aprobación en abril de 2023 y declaró: “Está aprobada… Lloré como un bebé”. Después de que los restos de Hay llegaron a los EE. UU. en mayo, Vorndyk finalmente pudo cumplir su promesa de devolver a Hay al lugar que le correspondía.
Durante la ceremonia de rededicación, el padre Anthony Marques, rector de la Catedral del Sagrado Corazón, presidió la misa y destacó la importancia de la ocasión. “Por así decirlo, puedo decir que tengo un cierto parentesco con el presidente James Monroe”, remarcó reconociendo el honor de cuidar a uno de sus familiares.
Para muchos descendientes, incluido Michael Kamtman, la ceremonia sirvió como una experiencia transformadora, que generó una comprensión y una apreciación más profundas de la vida y la historia de Hay. Kamtman compartió que los esfuerzos de Vorndyk fueron “extremadamente inspiradores”, lo que lo llenó de gratitud por los conocimientos que obtuvo sobre sus antepasados.
Al reflexionar sobre sus logros, Vorndick expresó su deseo de volver a visitar la tumba de Hay y ver el marcador colocado allí. Al reunir exitosamente a Eliza Monroe Hay con su familia después de décadas de abandono, el viaje de Vorndick es un testimonio del poder de la historia para sanar y reconectar familias a través de generaciones.












