El reciente despliegue del portaaviones Gerald R. Ford y su grupo de ataque representa un aumento significativo de las capacidades militares estadounidenses en la región del Caribe. La medida se produjo tras un ataque estadounidense contra un presunto barco de narcotráfico que provocó la muerte de seis personas. El Pentágono afirmó que la operación tenía como objetivo “inutilizar organizaciones criminales internacionales y combatir el narcoterrorismo”.
El grupo de ataque Gerald R. Ford que actualmente se encuentra cerca de Croacia está a 5.000 millas del Caribe, lo que significa que tomaría varios días alcanzar una posición de lanzamiento para posibles ataques. Esta distancia resalta los desafíos logísticos de un despliegue rápido y subraya la escala de la presencia militar estadounidense en el Caribe.
El ejército estadounidense también está activo en la región, realizando vuelos de entrenamiento con bombarderos pesados supersónicos cerca de la costa de Venezuela. La medida puede indicar una estrategia más amplia para enfatizar la preparación militar y contrarrestar cualquier amenaza de países vecinos involucrados en el tráfico ilegal de drogas.
A principios de semana, el presidente Donald Trump insinuó que operaciones similares podrían ampliarse a ataques terrestres. Como reflejo de cierta cautela en el enfoque de la administración hacia el compromiso militar, señaló la necesidad de notificar al Congreso antes de comenzar tales operaciones.
La última operación marca el décimo ataque a presuntos buques narcotraficantes desde el 2 de septiembre, que provocó la muerte de 43 personas. Sin embargo, el gobierno no ha detallado públicamente las pruebas o la vigilancia específicas que justifican estos ataques, lo que ha provocado llamados a una mayor transparencia.
El senador Jean Shaheen, que participó en una reciente sesión informativa con el Comité de Servicios Armados, expresó su preocupación por la base legal para la toma de decisiones de la administración en estas operaciones militares. Señaló que a pesar de las solicitudes de aclaración, los senadores aún no han recibido información completa sobre el asunto, lo que plantea dudas sobre los marcos legales que guían estas acciones militares.















