Irán condenó enérgicamente la reciente orden del presidente estadounidense Donald Trump de reanudar las pruebas de armas nucleares, describiendo la medida como “regresiva e irresponsable” y una amenaza a la estabilidad global. El Ministro de Asuntos Exteriores iraní, Abbas Araghi, recurrió a las redes sociales para expresar el descontento de Teherán, acusando a Estados Unidos de hipocresía. “Un matón nuclear está reanudando las pruebas de armas nucleares. El mismo matón está demonizando el programa nuclear pacífico de Irán”, comentó.
La respuesta del gobierno iraní se produjo tras la declaración de Trump en la que reveló el miércoles que había ordenado al Departamento de Guerra de Estados Unidos que comenzara las pruebas de armas nucleares “inmediatamente”. La decisión marca un avance significativo, ya que es la primera prueba nuclear de Estados Unidos en tres décadas.
El ministro de Asuntos Exteriores de Irán describió la medida estadounidense como una “seria amenaza a la paz y la seguridad internacionales”. La reacción de Teherán coincidió con la afirmación de Trump de que la reanudación de las pruebas era una respuesta necesaria a acciones similares tomadas por otros países, particularmente después de las declaraciones de Rusia sobre sus propias capacidades de armas nucleares.
La orden de Trump pareció estar influenciada por acontecimientos militares recientes, en particular la confirmación por parte del presidente ruso Vladimir Putin de las pruebas del misil de crucero Burevestnik con capacidad nuclear y el dron nuclear submarino Poseidon. En sus comentarios, Trump enfatizó la importancia de que Estados Unidos mantenga la paridad con sus competidores en capacidades nucleares.
En una publicación en Truth Social, Trump expuso su razonamiento y señaló que Estados Unidos tiene más armas nucleares que cualquier otro país. Expresó su aversión a los ensayos nucleares debido a su “enorme poder destructivo”, pero destacó la necesidad de estos ensayos a la luz de los avances realizados por otros países. “Debido a los programas de prueba de otros países, he ordenado al Departamento de Guerra que comience a probar nuestras armas nucleares en igualdad de condiciones. Ese proceso comenzará de inmediato”.
La última prueba nuclear estadounidense, conocida como Divider, tuvo lugar en Nevada en septiembre de 1992, tras lo cual el entonces presidente George HW Bush instituyó una moratoria de las pruebas. Los acontecimientos recientes han generado preocupación sobre un posible cambio en la política nuclear global y implicaciones más amplias para las relaciones internacionales en medio de tensiones militares.
 
            