Jamie Redknapp ha expresado su disgusto por el polémico penalti concedido al Newcastle en el reciente empate 2-2 contra el Tottenham Hotspur. El empate llegó tarde en el partido gracias al capitán de los Spurs, Christian Romero, pero la atención se centró en un momento crucial que involucró a Rodrigo Bentancur y Dan Burn hacia el final del juego.

Durante el tiro de esquina, Bentancur y Burn se involucraron en una competencia física, y Burn finalmente pasó por encima del mediocampista de los Spurs. Inicialmente, el árbitro en el campo Thomas Bramall permitió que el juego continuara sin que se sancionara ninguna falta. Sin embargo, la decisión fue impugnada por el árbitro asistente de vídeo (VAR), que recomendó una revisión en el campo.

Después de una revisión, la decisión fue revocada, lo que permitió a Anthony Gordon, del Newcastle, convertir el penalti y poner a su equipo al frente cuando solo quedaban cuatro minutos en el reloj. El giro llevó a Redknapp a cuestionar la sostenibilidad del arbitraje en la Premier League.

Redknapp, aunque Burn fue multado, no mostró signos de protesta y dijo: “Mira a Dan Burn, ni siquiera se queja. Se levanta para hacer un gesto, pero ni una sola vez le dice al árbitro: ‘¿Qué estás haciendo?’ No hubo ninguna agresión al decir eso. “Admitió el mismo incidente el uno al otro. “¿Dónde está la adaptabilidad? Miramos este partido y el partido de la Premier League y no se les dará”, añadió Redknapp.

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Destacó que muchos casos más graves no daban lugar a sanciones, argumentando que la claridad y la coherencia eran cruciales para sancionar esas infracciones menores. Su compañero experto Micah Richards también señaló que no se cumplió el juramento para manejar los crímenes en este escenario. Según las reglas, una penalización requiere una posesión sostenida y efectiva o una obstrucción clara de la capacidad del oponente para jugar la pelota.

Richards señaló: “Sin ver la pelota, cumple con los criterios… pero no hay suficiente agarre allí. Don Burn es demasiado fuerte para él”. Dijo que la intervención del VAR causó dudas en la mente del árbitro, lo que finalmente llevó a una decisión de penalti.

Las reacciones de ambos directivos subrayaron el carácter controvertido de la decisión. El jefe del Tottenham, Thomas Frank, lo calificó como “un absoluto error del VAR”, diciendo que este tipo de incidentes son comunes en los partidos y pidiendo una mayor coherencia en el arbitraje. Elogió la decisión temprana sobre el terreno de juego y afirmó que el VAR sólo debería intervenir en casos “claros y obvios”.

Por el contrario, el técnico del Newcastle, Eddie Howe, ofreció una perspectiva diferente tras revisar el incidente. Byrne estaba concentrado en su oponente y no en el balón, dijo, explicando por qué se concedió el penalti.

El incidente provocó un debate en la Premier League sobre el arbitraje y los estándares del VAR, destacando el debate en curso sobre la coherencia en el arbitraje durante los partidos de alto riesgo. Mientras la liga continúa esforzándose por lograr claridad y justicia, los fanáticos y analistas cuestionan los criterios que dictan decisiones tan críticas.

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