En una discusión reciente sobre liderazgo y trabajo en equipo en el mundo del béisbol, el ex manager de la MLB Joe Maddon reflexionó sobre su relación de larga data con Andrew Friedman, presidente de operaciones de béisbol de los Dodgers de Los Ángeles. Maddon, quien dirigió a los Rays de Tampa Bay durante un exitoso mandato de nueve años con Friedman, ofreció ideas sobre lo que hace de Friedman un gran líder, especialmente después de la segunda Serie Mundial consecutiva de los Dodgers y su tercera victoria en seis años.
Maddon compartió una anécdota personal que resalta la amistad que desarrollaron al principio de su relación profesional. Durante su colaboración inicial, Maddon elogió a Friedman por su compromiso de fomentar una conexión. Él relata una velada memorable en un acogedor restaurante de sushi en Boston, donde los dos entablaron una profunda conversación sobre béisbol, compartieron ideas y fortalecieron su vínculo entre risas.
A pesar del comportamiento aparentemente reservado de Friedman, Maddon enfatizó su inteligencia y capacidad para equilibrar el análisis con los aspectos humanos del béisbol. Señala dos cualidades clave de liderazgo que se destacan: la voluntad de Friedman de desafiar ideas y su excepcional capacidad para escuchar. Maddon recordó su primera entrevista con Friedman y notó la intensidad y concentración con la que Friedman lo escuchó, creando una atmósfera de confianza.
Maddon también compartió su viaje al introducir un sistema de tarjetas para datos analíticos en el equipo, lo que les permitió prepararse eficazmente para los juegos. Al darse cuenta del método de Maddon, Friedman se le acercó con una sugerencia para agilizar el proceso, citando su experiencia en identificar ineficiencias y optimizar recursos. Esta iniciativa no solo ahorró tiempo a Madden sino que también fomentó la colaboración.
Un punto de inflexión significativo se produjo cuando Maddon acuñó el lema “9 = 8” antes de la temporada 2008. El concepto pretende motivar al equipo después de un año pasado deprimente. La idea de nueve jugadores jugando duro durante nueve entradas, empujando a un equipo a convertirse en uno de los ocho contendientes a los playoffs, se inspiró durante un paseo en bicicleta. Después de compartir con Friedman, Maddon recibió una aprobación entusiasta, lo que reforzó su confianza para implementar nuevas ideas.
También es notable la disposición de Friedman a desafiar las decisiones de Maddon. A menudo hablaba de estrategias de alineación para poner a prueba las creencias de Maddon como manager. Maddon reconoció que sus discusiones pueden ser intensas pero respetuosas, marcadas por un deseo mutuo de mejora.
Un ejemplo de adquisición de jugadores demostró aún más las habilidades analíticas de Friedman. Cuando los Rays adquirieron al jugador de cuadro Logan Forsythe, el interés de Friedman surgió de la velocidad de salida del jugador, una estadística emergente en ese momento. Sin darse cuenta de la naturaleza patentada de algunos de los análisis, Maddon sin darse cuenta discutió las métricas de Forsyth con los medios, recordándole a Friedman que fuera discreto con dicha información.
A través de su colaboración, Friedman inculcó una cultura de mentalidad abierta y aprendizaje en la organización. Friedman, influenciado por su educación, entendió la importancia de la humildad y el crecimiento continuo, rasgos que sin duda contribuyeron a su éxito con los Dodgers.
Para terminar, Madden reflexiona sobre el profundo impacto que Friedman tuvo en su filosofía gerencial y la cultura de los equipos con los que trabajó, reiterando que tales cualidades de liderazgo son necesarias para fomentar el éxito en cualquier ámbito competitivo.











