La armada de Taiwán está avanzando en sus esfuerzos de modernización de su flota de superficie al iniciar un proceso de selección para el diseño de un nuevo buque de guerra de desplazamiento de 6.000 toneladas. La medida sigue a una convocatoria abierta de propuestas en la plataforma de adquisiciones oficial del gobierno, específicamente para el servicio profesional de “Evaluación de diseño para buques de guerra de próxima generación”. Esta evaluación sirve como precursora para la adjudicación del contrato de diseño previsto para el próximo año.
Como parte del presupuesto del Ministerio de Defensa Nacional para 2026, la Armada ha destinado 142,03 millones de nuevos dólares taiwaneses, equivalentes a unos 4,4 millones de dólares estadounidenses, para el desarrollo de esta nueva clase de buques. Se espera que el contrato de diseño se adjudique a empresas locales con experiencia en diseño naval. Estas empresas se encargan de producir planos de referencia, especificaciones técnicas de construcción y modelos a escala que son validados en laboratorios especializados en el extranjero.
El nuevo programa es una respuesta a las crecientes amenazas militares de China y a las disputas marítimas en curso en los mares de China Oriental y Meridional. La Armada enfatizó la necesidad de buques de guerra de 6.000 toneladas para mejorar las capacidades operativas. Los nuevos barcos están destinados a una variedad de funciones, incluidas misiones de entrenamiento en mar abierto, operaciones de escolta y protección de comunicaciones marítimas y líneas de suministro. La iniciativa tiene como objetivo mejorar la flexibilidad del poder naval de Taiwán.
El Comando de la Armada, a través del Centro de Desarrollo Naval, ha fijado como fecha límite para la presentación de propuestas de evaluación de diseño el 7 de noviembre. Si surgen postores calificados, el próximo proceso de licitación avanzará en los meses previos a la fecha límite, allanando el camino para que el contrato de diseño comience el próximo año.
Es importante destacar que la iniciativa está alineada con la política de “fabricación local de buques de guerra” de Taiwán, cuyo objetivo es fortalecer la industria de defensa local y reducir la dependencia de proveedores extranjeros. Anteriormente, la Armada había emprendido el “Proyecto Jenhai”, que se centraba en el desarrollo de un buque de guerra con misiles de 4.500 toneladas equipado con sistemas avanzados de mando, vigilancia y defensa aérea. Sin embargo, los retrasos en esa iniciativa llevaron a que se priorizara la construcción de dos prototipos de fragatas ligeras en 2022. Ahora, el nuevo programa de 6.000 toneladas ha retomado los objetivos originales con un alcance más amplio.
 
            