El béisbol, según las reglas de la Major League Baseball (MLB), consiste en un juego estándar de nueve entradas, con cada entrada dividida en dos mitades: arriba, cuando batea el equipo visitante, y abajo, cuando batea el equipo local. Una entrada completa requiere seis outs (tres en la mitad) a menos que el equipo al mando tome la delantera en la parte alta de la novena, lo que hace innecesaria la siguiente jugada. Este marco se aplica a la mayoría de los juegos profesionales, incluidas la temporada regular y la postemporada, pero existen variaciones para competencias más cortas debido al clima o la programación, como las dobles carteleras de siete entradas. En el béisbol universitario, el estándar también se alinea con nueve entradas para un juego reglamentario.
Cuando un juego está empatado después de nueve entradas, pasa a entradas extra, indefinidamente, hasta que un equipo haya anotado más carreras que el otro en una entrada completa. Las reglas de la MLB prohíben el contacto en juegos completados, lo que garantiza un resultado decisivo, pero ocurrieron excepciones históricas antes de que la iluminación moderna permitiera suspensiones debido a la oscuridad. Aparece una diferencia clave entre las entradas extra de temporada regular y postemporada. Durante la temporada regular, implementada a partir de 2020 para acelerar las resoluciones y reducir la fatiga de los jugadores, las entradas extra comenzaban con un corredor automático, a menudo llamado “corredor fantasma”, colocado en la segunda base cada media entrada. Esta regla tiene como objetivo aumentar las oportunidades de anotar y acortar la duración del juego.
Por el contrario, los juegos de postemporada, incluida la Serie Mundial, se adhieren a las reglas tradicionales sin un corredor automático. Cada entrada extra comienza con las bases vacías, reflejando la estructura de las primeras nueve entradas, que exigen una ejecución ofensiva pura sin ventajas artificiales. Este enfoque preserva la integridad de la competencia de alto riesgo, lo que lleva a competencias largas que ponen a prueba la resistencia y la estrategia. Para la Serie Mundial de 2025 entre Los Angeles Dodgers y Toronto Blue Jays, estos protocolos de postemporada se mantendrán, tal como lo confirman las pautas de la MLB sin cambios para la temporada actual.
La actual Serie Mundial de 2025 ejemplificará estas reglas en acción, especialmente en el Juego 3, que se ha extendido hasta convertirse en una batalla maratónica de entradas extra en el Dodger Stadium. Al 28 de octubre de 2025, la contienda está empatada 5-5 entrando en la 15ª entrada, superando las cinco horas de juego y destacando la ausencia de un corredor fantasma de la temporada regular, que podría acelerar la resolución. Toronto ganó el Juego 1 11-4 y Los Ángeles ganó el Juego 2 5-1 para empatar la serie 1-1. En el Juego 3 el 27 de octubre, Tyler Glasnow de los Dodgers y Max Scherzer de los Azulejos abrieron el marcador con jonrones de Shoheis, Haytney O’Carnani y O’Carnani Ongrace. Alejandro Kirk respondió con un jonrón de tres carreras para Toronto.
Ohtani fue fundamental, conectó dos jonrones y se embasó siete veces (un récord de la Serie Mundial), contribuyendo a cuatro de las cinco carreras de los Dodgers. En entradas extra, los cambios tácticos de los lanzadores, incluido el out crítico de Clayton Kershaw con las bases llenas en la décima entrada, ampliaron el estancamiento. Davis Schneider, de los Azulejos, dio base por bolas al relevista de los Dodgers Will Klein para abrir el 15to mientras ambos equipos agotaban sus bullpens. Este escenario subraya la importancia de la postemporada sobre el juego tradicional, fomentando enfrentamientos épicos pero generando preocupaciones sobre la salud de los jugadores en juegos extendidos.
Los expertos señalan que la ausencia de un corredor automático en la Serie Mundial es consistente con el compromiso de la MLB de competir consistentemente en escenarios de campeonato, una política que no ha cambiado desde la introducción del corredor fantasma. A medida que el Juego 3 continúe, alcanzará estándares históricos como el Juego 3 de la Serie Mundial 2018 de 18 entradas y servirá como un recordatorio de la capacidad única del béisbol para extenderse indefinidamente hasta que se decida un ganador.












