Las Naciones Unidas han pedido la evacuación segura de los civiles atrapados en la ciudad sudanesa de El-Fashar, tras informes de que fuerzas paramilitares han tomado el control de la principal base del ejército en la zona. Las Fuerzas de Apoyo Rápido (RSF), que han estado involucradas en una brutal guerra civil, afirmaron que el desarrollo había tenido un éxito significativo, aunque el ejército sudanés no confirmó la pérdida de la instalación.
El-Fashar, el último bastión del ejército en la vasta región occidental de Darfur, ha enfrentado un asedio implacable por parte de las RSF y sus aliados durante los últimos 18 meses. El fin de semana estallaron feroces combates después de que combatientes de las RSF tomaron el control de la casa del gobernador de Darfur del Norte, lo que dio lugar a vídeos compartidos en las redes sociales y confirmados por la BBC que muestran a los combatientes de las RSF celebrando su avance.
Si bien las RSF tienen control total de El-Fashar, los aliados del ejército local lo cuestionan, diciendo que los combates continuarán en algunas partes de la ciudad. Las RSF están acusadas de llevar a cabo ataques aéreos contra civiles, atrapando efectivamente a unos 250.000 residentes y rodeando la ciudad con un muro de tierra, exacerbando una terrible situación humanitaria en la que muchos están al borde de la inanición.
La ONU ha descrito a El-Fashar como un “centro de sufrimiento”, y el principal funcionario humanitario de la organización, Tom Fletcher, expresó su profunda preocupación por el creciente número de muertes de civiles. “A medida que los combatientes avanzan hacia la ciudad y las rutas de escape se cortan, cientos de miles de civiles quedan atrapados y aterrorizados: bombardeados, hambrientos y sin acceso a alimentos, atención sanitaria ni seguridad”, afirmó. Destacó la urgente necesidad de un paso seguro para los civiles y acceso a la ayuda humanitaria.
Estados Unidos se ha hecho eco de este llamado a un paso seguro y, según se informa, está negociando un alto el fuego en medio de una creciente violencia. La captura de el-Fashar representa un resurgimiento significativo de las RSF después de reveses anteriores en Jartum, pero también indica que la guerra civil está lejos de resolverse.
Desde que comenzó el conflicto en 2023, con una lucha de poder entre los máximos comandantes de las RSF y el ejército sudanés, el país se ha sumido en el caos, lo que ha provocado la muerte de más de 150.000 personas y el desplazamiento de alrededor de 12 millones más. Actualmente, el ejército domina la mayor parte del norte y el este del país, mientras que las RSF dominan casi todo Darfur y la región adyacente de Kordofán.
RSF ha indicado anteriormente ambiciones de formar un gobierno rival en El-Fashar, lo que genera temores de nuevos conflictos e inestabilidad si obtienen el control total.












