La estrategia actual de la administración Trump de limitar el acceso de los demócratas a las reuniones informativas sobre seguridad nacional ha generado serias preocupaciones entre los legisladores, particularmente en relación con la seguridad de las fuerzas estadounidenses y el derecho del público a la información. Mark Warner, el principal demócrata del Comité de Inteligencia del Senado, expresó su preocupación en una sesión informativa reciente que excluyó a los demócratas, centrándose particularmente en las acciones militares estadounidenses contra barcos sospechosos de tráfico de drogas. “No sé cómo se empieza a reconstruir la confianza”, afirmó Warner, señalando que la exención violaría las normas establecidas en torno a la política de seguridad nacional.
Warner argumentó que todos los senadores deberían recibir la misma información para proteger la seguridad de los miembros del servicio. Criticó el enfoque de la administración y advirtió que politizar las decisiones sobre operaciones militares podría poner en riesgo a las tropas. Tanto los legisladores republicanos como los demócratas han expresado dudas sobre la legalidad de los ataques militares en curso contra barcos frente a las costas de América del Sur, que han provocado entre 14 y 61 muertes en total. Esta duda surge del hecho de que el Congreso no autorizó formalmente estas acciones militares. Además, el importante fortalecimiento militar de la administración Trump en la región ha llevado a especular que la medida podría tener como objetivo socavar al presidente venezolano, Nicolás Maduro.
En una posible respuesta a estos acontecimientos, el Senado podría votar la próxima semana sobre una resolución sobre poderes de guerra propuesta por los demócratas, diseñada para limitar la acción militar en Venezuela o sus alrededores a menos que el Congreso la apruebe. Algunos senadores republicanos, incluido Thom Tillis de Carolina del Norte, han indicado que solicitaron una sesión informativa que excluye a los demócratas, lo que alivió en cierta medida sus preocupaciones, pero los demócratas también aceptaron recibir la información.
Varios republicanos, incluido Lindsey Graham de Carolina del Sur, confirmaron que los demócratas no serían excluidos de futuras sesiones informativas. Warner fue franco en su crítica, insistiendo en que las meras sesiones de seguimiento después de una exención no son suficientes, que es necesaria la rendición de cuentas. La administración Trump está adoptando un enfoque más partidista, habiendo limitado previamente el acceso a sesiones informativas sobre seguridad nacional e informado selectivamente a los republicanos, evitando por completo a los demócratas.
El precedente histórico dicta que los comités de seguridad nacional en el Congreso operan con un grado significativo de bipartidismo. Aún así, Warner advirtió a sus colegas republicanos sobre su lealtad inquebrantable a Trump, instándolos a oponerse a prácticas tan divisivas. Sugirió que la gente debería mantenerse al margen de las reuniones informativas partidistas.
El senador de Dakota del Sur, Mike Rounds, dijo que no sabía que los republicanos estarían allí hasta que llegó a la sesión informativa. Destacó el valor de la cooperación bilateral en materia de inteligencia y servicios armados, que esperaba continuar. Además, la administración celebró una sesión informativa clasificada por separado para el Comité de Servicios Armados de la Cámara de Representantes, que incluye a los demócratas. Sin embargo, el representante demócrata Seth Moulton dijo que el Pentágono había retirado “sin precedentes” a asesores legales que justificaban acciones militares.
Al justificar sus operaciones militares, la administración Trump dijo que necesitaba desbaratar el tráfico de drogas hacia Estados Unidos, describiendo la situación como una “guerra armada” con los cárteles de la droga. Citando la autoridad legal utilizada durante la guerra contra el terrorismo posterior al 11 de septiembre, la administración enfrenta crecientes llamados de los legisladores para una justificación legal más clara, especialmente a medida que se intensifican las acciones militares. El senador de Rhode Island, Jack Reid, calificó la exclusión de los demócratas de las sesiones informativas como “muy mal criterio”, revelando la inclinación de la administración a involucrarse con el Congreso sólo en emergencias y principalmente para conseguir el apoyo republicano.
 
            