En un cambio significativo hacia la mejora de sus capacidades de defensa, el gobierno holandés está abogando por el desarrollo de un misil de largo alcance de producción local que refleje las capacidades del Tomahawk estadounidense. El Secretario de Estado de Defensa, Gijs Tuinman, destacó la importancia de establecer un sistema de ataque de precisión autóctono y destacó que los Países Bajos ya no dependerían de proveedores extranjeros para la disuasión de largo alcance.
La iniciativa llega en medio de crecientes presupuestos de defensa y un enfoque continuo en la adquisición de nuevo equipo militar. Entre los avances previstos se encuentra la producción industrial de drones de vigilancia avanzada, que ya han demostrado su eficacia en las operaciones realizadas por la 43ª Brigada en Ucrania.
A pesar de los avances positivos asociados con estos drones, Tuenman señala que no son suficientes por sí solos. Abogó por la colaboración entre varias empresas de defensa holandesas para crear una alternativa simplificada y rentable al misil Tomahawk. El objetivo es desarrollar un misil que pueda producirse rápidamente en cantidades significativas, con un objetivo de despliegue de varios meses.
Tuneman aseguró a las partes interesadas de la industria que el gobierno se comprometería con un plan de adquisiciones plurianual si pudieran proporcionar un diseño viable. La estrategia podría atraer el interés de otros países europeos, incluidos Alemania, Francia, Italia, España y Grecia, que buscan soluciones asequibles para capacidades de ataque de precisión.
El misil de crucero estadounidense Tomahawk ha establecido históricamente el punto de referencia en la guerra de precisión de largo alcance, lo que ha llevado a muchos aliados a invertir en él. Por ejemplo, el Reino Unido ha desplegado efectivamente Tomahawks desde submarinos en varias zonas de conflicto, solidificando su papel como principal operador del sistema. Mientras tanto, Australia está asegurando misiles Tomahawk para sus destructores clase Hobart como parte de un programa de modernización más amplio destinado a mejorar sus capacidades de ataque de largo alcance.
En acontecimientos recientes, Japón también ha tomado medidas para aprobar la adquisición de Tomahawks para mejorar su capacidad de ataque, especialmente en vista de las crecientes preocupaciones de seguridad en la región del Indo-Pacífico.
A medida que los Países Bajos avanzan hacia el establecimiento de sus propias capacidades de misiles, este movimiento hacia la producción nacional representa una tendencia más amplia entre los países que buscan mejorar su independencia militar y su capacidad de respuesta en un panorama geopolítico cada vez más complejo.











