Puede que Dublín no sea la típica “frontera final” para un equipo campeón del mundo consecutivo, pero para los Springboks sigue siendo un desafío importante. Sudáfrica no ha logrado una victoria en Irlanda desde 2012, una estadística que cobra gran importancia mientras se preparan para su próximo partido en el Estadio Aviva. El entrenador en jefe Rassie Erasmus es particularmente consciente de este obstáculo histórico, ya que nunca tuvo éxito en Dublín durante su etapa con Munster o como líder de los Springboks. Su única victoria en Dublín llegó mucho antes de que se inaugurara el Estadio Aviva en 1998 y anotó un try para Sudáfrica en una contundente victoria por 27-13.
Sólo un jugador actual, Eben Etzebeth, ha celebrado la victoria en suelo irlandés, haciéndolo en su noveno test en 2012: un viaje impresionante, ya que este sábado jugará su partido número 140 a la edad de 34 años. La importancia de este partido se extiende más allá de los hitos individuales en ambos países.
Erasmus, que ahora tiene 53 años, tiene vínculos personales con Irlanda y cuenta con los ex internacionales irlandeses Felix Jones y Gerry Flannery en su cuerpo técnico. Su paso por Munster terminó en 2016-17 cuando se convirtió en director de rugby de Sudáfrica. Una contundente derrota por 38-3 ante Irlanda a finales de 2017 provocó el despido del ex entrenador en jefe Allister Coetzee y allanó el camino para que Erasmus asumiera el cargo, armado con las ideas extraídas del juego irlandés.
Desde entonces, los dos equipos se han enfrentado cuatro veces, y todos los encuentros se decidieron por estrechos márgenes. En 2024, los Springboks consiguieron una única victoria en la serie de verano en Sudáfrica; Se quedaron cortos durante la fase de grupos del Mundial de Dublín 2022 y, más recientemente, en Francia. Después de esa derrota, Erasmus pareció absorber la atmósfera creada por los jubilosos aficionados irlandeses, un recuerdo que anotó para futuros partidos. Después de esa derrota, dio una charla de ánimo a jugadores clave como Etzebeth, Sia Kolisi y Duane Vermeulen, lo que despertó un resurgimiento del espíritu en su equipo.
Las recientes actuaciones de Sudáfrica demuestran su resiliencia, que quedó plenamente demostrada durante la Copa del Mundo, donde lograron tres victorias por sólo un punto. Kolisi, que ahora celebra su partido internacional número 100, reconoce la necesidad de anteponer los objetivos del equipo a los elogios individuales, una mentalidad que es clave para el éxito.
Erasmus fomentó una cultura que enfatizaba la dinámica de equipo, utilizando historias motivadoras que resonaron profundamente en sus jugadores. Dos temas han salido a la luz recientemente: una percibida conspiración contra los Springboks por parte de World Rugby, amplificada por sus recientes experiencias con decisiones disciplinarias, y un importante objetivo de rectificar su falta de éxito en Irlanda.
A pesar de los desafíos, Erasmus tiene la intención de reescribir la narrativa y dice que la victoria en Dublín fue un hito importante, una forma de demostrar su valía después de una temporada de altibajos. Con este partido, los Springboks pretenden ampliar sus capacidades y redefinir sus límites como equipo de rugby competitivo.
Es importante destacar que la evolución de la estrategia de ataque de Sudáfrica también es crucial. La aparición de jugadores como Sacha Feinberg-Mngomezulu señala un cambio en sus tácticas, permitiendo una jugabilidad más dinámica en lugar de depender únicamente del físico. Este nuevo enfoque, junto con tácticas innovadoras en el banco que combinan el juego posicional, refleja hasta qué punto han llegado los Springboks en la diversificación de su estilo de juego.
En el otro extremo, Irlanda también ha adaptado sus tácticas, avanzando hacia un estilo más centrado en las patadas que en la posesión. Este cambio ha tenido resultados mixtos, y áreas como su lineout necesitan más consistencia. El equipo irlandés verá este enfrentamiento como una oportunidad para solidificar su posición después de una temporada tumultuosa, ansioso por estar a la altura de las circunstancias contra sus formidables rivales.
En los días previos al partido, había emoción entre los aficionados irlandeses. El ambiente alrededor de Dublín es electrizante, especialmente después de los recientes éxitos en otros ámbitos deportivos. El entrenador Andy Farrell y el jugador Kelan Dorris se hicieron eco de los sentimientos de la competición y destacaron la importancia del partido como prueba de fuego que podría validar los esfuerzos de la temporada.
Mientras los Springboks e Irlanda se preparan para enfrentarse en el Estadio Aviva, ambos equipos están armados con coraje, ambición y la voluntad de conquistar a los eternos escépticos. No hay mucho en juego y todas las miradas estarán puestas en ellos mientras se enfrentan en este encuentro épico.












