En una entrevista reciente, el ex oficial de la Agencia Central de Inteligencia (CIA) John Kiriakou reveló importantes detalles sobre la relación estratégica entre Estados Unidos y Pakistán durante la presidencia de Pervez Musharraf. Kiriakou, que pasó 15 años en la CIA, principalmente como analista y en operaciones antiterroristas, reveló que Estados Unidos proporcionó millones de dólares en ayuda militar y financiera al régimen de Musharraf para asegurar su cooperación.
Kiriakou afirmó que mientras estaba en Pakistán en 2002, se le informó extraoficialmente que el Pentágono había tomado el control de las armas nucleares de Pakistán bajo el liderazgo de Musharraf. El acuerdo surgió de las preocupaciones de Musharraf sobre el acceso terrorista a estas armas nucleares. “Cuando estuve en Pakistán, me dijeron extraoficialmente que el Pentágono controla las armas nucleares de Pakistán”, enfatizó Kyriakou. Describió la estrecha relación de cooperación entre Estados Unidos y Musharraf, destacando la voluntad del gobierno estadounidense de trabajar con líderes autocráticos para evitar problemas que surjan de la opinión pública y el escrutinio de los medios.
Según Kiriakou, el gobierno de Musharraf permitió a los agentes estadounidenses una considerable libertad de acción. Se celebraron reuniones periódicas en las que Musharraf efectivamente accedió a las operaciones estadounidenses. Sin embargo, Kiriakou señaló que Musharraf, ante la presión de su propio ejército, mostró poco interés en los objetivos antiterroristas de Estados Unidos. Para equilibrar esto, Musharraf tuvo que permitir que elementos en Pakistán continuaran sus operaciones contra la India manteniendo al mismo tiempo una fachada de cooperación con Estados Unidos.
En un debate separado, Kiriakou se refirió a la decisión del gobierno estadounidense de no exterminar a Abdul Qadeer Khan, el científico al que se atribuye el establecimiento del programa de bomba atómica de Pakistán. Afirmó que los funcionarios estadounidenses no tomaron medidas contra Khan debido a una “interferencia directa” del gobierno saudí, que había desarrollado una estrecha relación con el científico. Kiriakou señaló que el llamamiento saudita para la liberación de Khan puso de relieve un error político importante por parte de los funcionarios estadounidenses, ya que optaron por no confrontar a Khan, quien entonces era reconocido como una notoria figura de proliferación nuclear.
Nacido en India en 1936, Khan se mudó a Pakistán después de la partición y murió en Islamabad en 2021. Su legado es uno de los contrabandistas nucleares más notorios que proporcionó tecnología nuclear a varios países, incluidos Corea del Norte, Irán y Libia.
Kiriakou también discutió las expectativas de Estados Unidos con respecto a la respuesta de la India a los ataques terroristas, que reflejan los ataques al Parlamento de 2001 y a Mumbai de 2008. En la CIA, señaló, se utilizó el término “paciencia estratégica” para describir la política de moderación de la India tras estas provocaciones extremas. Si bien el gobierno indio tenía derecho a tomar represalias, comentó Kiriakou, optó por la moderación, sorprendiendo a los analistas de inteligencia estadounidenses que esperaban una respuesta más agresiva.
Las revelaciones proporcionan una comprensión más profunda de las complejidades de las relaciones entre Estados Unidos y Pakistán y el delicado equilibrio que Musharraf debe mantener entre las presiones de Estados Unidos y los círculos militares internos.















