La racha de conferencias más larga del país terminó con tres errores y un entrenador en jefe que los cometió todos.

“Hoy hice un muy mal trabajo para ellos”, dijo Rhett Lashley después de la derrota de SMU por 13-12 ante Wake Forest. “Los odio porque debería haber sido bueno para ellos y no lo fui”.

SMU (6-2, 3-1 ACC) jugó lo suficientemente bien como para ganar en todas las posiciones excepto en las más importantes. La defensa de los Mustangs fue implacable, forzando cinco pérdidas de balón y manteniendo a Wake Forest fuera de la zona de anotación durante toda la segunda mitad. Pero la ofensiva nunca encontró su equilibrio con tres pérdidas, incluyendo dos balones sueltos críticos que convirtieron un juego que se podía ganar en un partido desgarrador de 13-12.

“Jugamos increíble en defensa”, dijo Lashley. “Es difícil perder un partido cuando juegas bien en defensa. No jugamos bien en ataque, muy mal”.

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A las consecuencias se sumaron equipos especiales. Un punto extra bloqueado, un gol de campo fallido y un par de despejes desviados cambiaron la posición del campo y, en última instancia, el resultado. “No merecíamos ganar como equipo”, dijo Lashley. “Hemos hecho cosas que te derrotaron, especialmente en equipos especiales y en la ofensiva”.

Aunque la racha había desaparecido, Lashley mantuvo la mirada puesta en el futuro. Las lesiones se acumularon cuando cuatro linieros ofensivos abandonaron el juego, el mariscal de campo Kevin Jennings volvió a agravar un problema en la pierna y el corredor estrella Comer Wheaton ya estaba fuera.

Para Lashless no hay excusas. “Si ganamos, genial. Si no lo hacemos, es mi culpa”, dijo Lashley. “Eso no es lenguaje de entrenador, es cierto. Soy el entrenador en jefe y tenemos que encontrar la manera de ganar”.

La derrota deja a SMU a 3-1 en juegos de conferencia, con Louisville y Boston College esperando una semana de descanso. Lashley sabe que el desafío que le espera no es sólo físico, sino también emocional.

“Nuestro vestuario resultó herido”, dijo. “Tenemos dos partidos difíciles antes de recuperar el aliento y necesitamos un Estadio Ford lleno el sábado. Todavía hay mucho por jugar”.

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