En un cambio significativo en el servicio militar obligatorio, los legisladores rusos aprobaron un proyecto de ley que establece el servicio militar obligatorio durante todo el año, alejándose de los ciclos tradicionales de reclutamiento de primavera y otoño. La decisión se produce cuando los funcionarios rusos pretenden fortalecer las filas militares en medio del conflicto en Ucrania, que ha entrado en su cuarto año.

La cámara baja, conocida como Duma Estatal, aprobó la ley de la cámara baja en tercera y última lectura, allanando el camino para la revisión de la cámara alta y su eventual presentación al presidente Vladimir Putin para su firma. Si se convierte en ley, las oficinas de reclutamiento locales tendrán la autoridad de convocar a los reclutas elegibles para exámenes médicos y otros requisitos preparatorios durante todo el año.

Los defensores del proyecto de ley dicen que el cambio legislativo tiene como objetivo aliviar la presión sobre las oficinas de detención al simplificar sus procesos, que incluyen la realización de exámenes físicos y la asignación de detenidos a diferentes ramas militares. Sin embargo, el servicio militar obligatorio era durante todo el año; en la práctica, el reclutamiento para el servicio militar se restringía a ciertos meses de la primavera y el verano.

Actualmente, todos los hombres rusos de entre 18 y 30 años deben servir en el ejército durante un año, aunque muchos evitan el servicio mediante aplazamientos disponibles para estudiantes, personas con enfermedades crónicas u otras razones legítimas. En cada ciclo de reclutamiento normalmente se convocaba a entre 130.000 y 160.000 reclutas. Aunque las declaraciones oficiales afirman que no se están desplegando reclutas en el frente en Ucrania, activistas de derechos humanos y varios informes de los medios indican que el ejército ha presionado a muchos reclutas para que firmen contratos para servir como voluntarios.

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Desde el inicio del conflicto en Ucrania en febrero de 2022, el tamaño del ejército ruso ha aumentado constantemente desde su fuerza original de 1 millón. En respuesta a las demandas de combate en curso, el año pasado el Presidente Putin ordenó un aumento en el número de tropas activas en 180.000, lo que dio como resultado un nuevo total de alrededor de 1,5 millones. Declaraciones recientes del Kremlin indican que más de 700.000 de estas fuerzas participan actualmente en operaciones en Ucrania.

Para combatir aún más la evasión del reclutamiento, las autoridades rusas han introducido un registro electrónico de reclutas y están utilizando citaciones en línea en áreas seleccionadas. También han ideado medidas legales para penalizar a quienes ignoren sus citaciones, como restricciones a las transacciones bancarias, suspensión de licencias de conducir y restricciones a los viajes internacionales.

Los esfuerzos anteriores para movilizar tropas incluyen una controvertida “movilización parcial” que exige 300.000 reservistas para finales de 2022. La medida fue recibida con una considerable protesta pública, lo que provocó un éxodo masivo de personas que intentaban escapar del servicio. Aunque el Kremlin mantiene la opción de movilizar más reservas, las estrategias actuales parecen favorecer el reclutamiento de voluntarios que pueden disfrutar de salarios relativamente atractivos y otros beneficios. Los informes indican que casi 440.000 voluntarios se unirán al ejército en 2024, y este año se contratarán 336.000 soldados adicionales.

Como parte de los ajustes legislativos destinados a mejorar la seguridad nacional, los legisladores también aprobaron un proyecto de ley que permitiría utilizar reservas para proteger “instalaciones de importancia crítica” en ciertas áreas. La medida se aplica específicamente a quienes han celebrado voluntariamente acuerdos de reserva activa, lo que refleja un enfoque destinado a fortalecer las defensas contra posibles amenazas, incluidos los ataques con aviones no tripulados desde Ucrania, que han impactado áreas profundas del territorio ruso.

Los acontecimientos se producen en un contexto de tensiones diplomáticas en curso, particularmente mientras el presidente Putin continúa resistiendo la presión de los líderes internacionales, incluido el presidente estadounidense Joe Biden, para un rápido alto el fuego en el conflicto. La postura de línea dura del Kremlin incluye demandas para que Ucrania se retire de las cuatro regiones anexadas por Rusia, a pesar del rechazo generalizado de Kiev y sus aliados occidentales.

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