En una importante escalada de las operaciones militares estadounidenses en el Caribe, el presidente Donald Trump emitió una declaración de advertencia sobre el espacio aéreo venezolano, sugiriendo que efectivamente podría “cerrarse” en caso de ataques contra organizaciones narcotraficantes. La advertencia se produce mientras la administración Trump investiga las recientes medidas represivas contra embarcaciones sospechosas de contrabandear drogas, en medio de un creciente debate entre los legisladores sobre la legalidad y las implicaciones de tales operaciones militares.

Los informes indican que la administración ha llevado a cabo redadas en al menos 21 embarcaciones desde septiembre, lo que ha resultado en la muerte de 83 personas, y el último ataque sospechoso tuvo lugar el 2 de septiembre. Estas operaciones tienen como objetivo disuadir a los traficantes venezolanos, pero han sido objeto de escrutinio, especialmente después de una historia reciente del Washington Post en la que el Ministro de Defensa, Pete Hegsack, dio órdenes antes de atacarlos. Hegseth negó rotundamente las acusaciones y calificó los informes de “ficticios, incendiarios y difamatorios”.

En respuesta a preguntas sobre el presunto segundo ataque a un barco narco, el presidente Trump prometió el 30 de noviembre que no estaba al tanto de tal operación pero que buscaría una explicación. Expresó confianza en la sinceridad de Hegseth y destacó que el secretario de Defensa había declarado que no había emitido ninguna orden letal. “No quiero eso, ni un segundo ataque”, comentó Trump, enfatizando la evaluación continua de la situación por parte de su administración.

La legalidad de estos ataques aéreos y navales sigue siendo una cuestión controvertida. El Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos dijo que las acciones pueden violar el derecho internacional, lo que provocó llamados de los demócratas del Congreso para que el Departamento de Justicia publique una opinión clasificada de la Oficina de Asesoría Jurídica sobre la investigación del personal militar involucrado en los ataques. Los críticos argumentan que la responsabilidad de garantizar que las acciones militares cumplan con los estándares internacionales recae en la administración.

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El presidente Trump ha insinuado la posibilidad de intensificar las operaciones realizando ataques terrestres contra Venezuela, exacerbando un panorama geopolítico ya tenso. Sus últimos comentarios sobre el cierre del espacio aéreo venezolano indican aún más un enfoque potencialmente agresivo hacia la participación de Estados Unidos en la región. Trump también mencionó una conversación con el presidente venezolano, Nicolás Maduro, aunque no proporcionó detalles sobre la conversación.

Mientras continúa el debate sobre la acción militar estadounidense, los legisladores de los Comités de Servicios Armados de la Cámara y el Senado se han comprometido a brindar una supervisión estricta de las operaciones en curso, garantizando que las acciones tomadas estén dentro de los límites legales y estén justificadas según el derecho internacional. Este mayor escrutinio refleja crecientes preocupaciones sobre las implicaciones del compromiso militar en Venezuela, particularmente en medio de acusaciones de fuerza excesiva y desprecio por los derechos humanos.

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