El presidente estadounidense, Donald Trump, insistió el martes en que cree que el gobierno federal le debe “mucho dinero” por lo que calificó de una investigación injusta sobre sus acciones. Trump pide 230 millones de dólares por daños y perjuicios y afirma que tendrá la autoridad final sobre cualquier decisión sobre el asunto, diciendo que “esa decisión debería ir a mi escritorio”.

Un posible acuerdo requeriría la aprobación del exabogado Todd Blanche, quien actualmente se desempeña como fiscal general adjunto de Trump. Durante el año pasado, Trump lanzó numerosas acciones legales contra empresas de medios y diversas organizaciones, con victorias por un total de casi 100 millones de dólares.

En comentarios a los periodistas, Trump dijo: “Sé que me van a pagar mucho dinero”, y agregó con ironía: “Es muy extraño que haya tomado la decisión de pagar”. Afirmó que sufrió pérdidas significativas como resultado de estas investigaciones, sugiriendo formas de utilizar los fondos, como donar dinero de los contribuyentes o financiar un proyecto de salón de baile en la Casa Blanca.

La sugerencia de que Trump podría reclamar una indemnización surgió por primera vez en un evento reciente en la Casa Blanca donde habló de una demanda que cree haber ganado. El director del FBI, Kash Patel, la fiscal general Pam Bondi y el fiscal general adjunto Todd Blanche estuvieron entre los asistentes. Más tarde, Trump afirmó que no conocía las cantidades específicas en dólares y que no había discutido sus afirmaciones con los funcionarios.

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El fundamento legal de la demanda de Trump fue destacado por primera vez por el New York Times, que se relacionaba con dos quejas que presentó contra las investigaciones del Departamento de Justicia. Las quejas se presentaron a través del proceso de reclamaciones administrativas antes de su reelección y se relacionan con la búsqueda por parte del FBI en 2022 de su propiedad de Mar-a-Lago en busca de documentos clasificados, así como con una investigación separada sobre posibles vínculos rusos relacionados con su campaña de 2016.

En una declaración anterior, Trump reflexionó sobre lo absurdo de su situación y dijo: “Tengo una demanda, y es genial, y cuando llegue a presidente, digo: ‘Me estoy demandando a mí mismo. No lo sé. ¿Cómo se resuelve una demanda?'”. Describió la demanda como “genial”, aunque expresó confusión sobre la logística que rodea su resolución.

El estado actual de las afirmaciones de Trump y si se están llevando a cabo discusiones en el Departamento de Justicia aún no están claros. En particular, Todd Blanche, ahora involucrado con el Departamento de Justicia, fue uno de los principales abogados defensores de Trump durante el juicio de Mar-a-Lago. Mientras tanto, el actual fiscal general adjunto, Stanley Woodward, representó anteriormente a Trump Wallet y al coacusado Walt Nauta en un caso similar.

En respuesta a las preguntas, una portavoz del Departamento de Justicia enfatizó las complejidades que rodean la solicitud sin precedentes de Trump e insistió en que todos los funcionarios cumplan con las pautas proporcionadas por expertos en ética profesional.

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