El presidente Donald Trump se refirió al trágico tiroteo contra dos miembros de la Guardia Nacional en Washington, DC el jueves, y reveló que su administración está considerando deportar a la familia de Rahmanullah Lakanwal. Acusado de atacar a los guardias de Lakanwal. Cuando un periodista le preguntó sobre el destino de la esposa y los hijos de Lakanwal, Trump dijo: “Estamos analizando eso ahora mismo. Estamos analizando toda la situación con la familia”.
El incidente provocó la muerte de Sarah Beckstrom, de 20 años, mientras que su compañero soldado, Andrew Wolff, de 24 años, estaba en cirugía y en estado crítico. Trump confirmó la muerte de Beckstrom el jueves por la noche y expresó su profunda preocupación por Wolff, quien supuestamente se encontraba en “mal estado” y luchaba por su vida.
Lakanwal, de 29 años, condujo hasta DC, donde tendió una emboscada a miembros de la Guardia Nacional utilizando un revólver Smith & Wesson calibre .357. Después del ataque del miércoles, la abogada del DCUS, Jeanine Pirro, informó que fue detenido por las tropas que respondieron después de sufrir heridas durante el incidente.
Tanto Beckstrom como Wolff han estado desplegados en la capital desde agosto como parte de una iniciativa federal impulsada por Trump destinada a reducir la delincuencia en la ciudad. El director de la CIA, John Ratcliffe, reveló que Lakanwal había trabajado anteriormente con la agencia en Afganistán.
Lakhanwal entró en Estados Unidos en 2021 a través de la Operación Bienvenida de los Aliados, diseñada para brindar asilo a unos 76.000 afganos tras la retirada de Estados Unidos y el ascenso al poder de los talibanes. Si bien la administración Trump ha señalado a la administración Biden por permitir la entrada al país de afganos “no autorizados”, es importante señalar que la solicitud de asilo de Lakanwal fue aprobada a principios de este año bajo la administración Trump.
En una importante declaración poco después de confirmar la muerte de Beckstrom, Trump anunció planes para una “pausa permanente” en la inmigración de todos los países del Tercer Mundo, aunque no especificó qué países se verían afectados. Mientras tanto, los Servicios de Inmigración y Ciudadanía de Estados Unidos han anunciado que han suspendido indefinidamente todos los procesos de inmigración para ciudadanos afganos y ahora están llevando a cabo una revisión exhaustiva de todas las tarjetas verdes emitidas a inmigrantes de países de alto riesgo.
Las respuestas a la violencia son rápidas y agudas. El jefe de la Oficina de la Guardia Nacional, el general Steven Nordas, expresó su devastación por el “acto de violencia sin sentido”. El director de la CIA, Ratcliffe Luckenwall, enfatizó las preocupantes circunstancias que rodearon su entrada a Estados Unidos, responsable de lo que definió como una desastrosa retirada de Biden de Afganistán.
En una rotundo negación, la fiscal general Jeanine Pirro dijo en una conferencia de prensa que los guardias representan la línea que separa a la sociedad civilizada del caos y que los tiroteos desafiaron la ley y el orden en la capital del país. Sumándose a este sentimiento, la Fiscal General Pam Bondi anunció su intención de solicitar la pena de muerte para Lakanwal, declarándolo “un monstruo que no debería estar en nuestro país”.
Las investigaciones sobre el tiroteo continúan mientras la nación lidia con las implicaciones de este acto de violencia.











