El presidente Donald Trump nominó al exlegislador de Nuevo México Steve Pearce para dirigir la Oficina de Administración de Tierras (BLM), una agencia clave que supervisa la gestión de vastas extensiones de tierras públicas importantes para la producción de combustibles fósiles. La nominación de Pierce debe ser confirmada por el Senado antes de que pueda asumir el cargo. El BLM es responsable de gestionar más de 250 millones de acres, alrededor del 10% de toda la tierra de Estados Unidos, así como 700 millones de acres de minerales subterráneos, incluidas importantes reservas de petróleo, gas natural y carbón.
Las políticas de las agencias han sufrido cambios significativos según el partido que controla la Casa Blanca. Durante la presidencia de Joe Biden, la exdirectora de BLM, Tracy Stone-Manning, abogó por la expansión de las fuentes de energía renovables en un esfuerzo por combatir el cambio climático y tomó medidas para limitar la extracción de petróleo y la minería de carbón en tierras federales. Por el contrario, Trump y los republicanos del Congreso han actuado rápidamente para revertir estos programas, reabriendo millones de acres de tierras públicas a la minería, la perforación y la demolición de años de esfuerzos de conservación establecidos por la administración Biden.
A pesar de estas medidas agresivas, algunas iniciativas no han ganado fuerza. Por ejemplo, una propuesta del senador republicano de Utah Mike Lee destinada a vender más de dos millones de acres de tierras federales a estados y corporaciones privadas fue mal recibida. Además, una reciente venta de un importante contrato de arrendamiento de carbón se encontró con ofertas decepcionantes, lo que provocó el rechazo de las mismas.
Pierce, un veterano de la guerra de Vietnam y ex piloto de combate, anteriormente dirigió un exitoso negocio de servicios petroleros en Nuevo México. Ha ocupado siete mandatos en la Cámara de Representantes de Estados Unidos desde 2003, representando a un distrito con campos petroleros y extensas tierras públicas. Su postura conservadora a menudo se alinea con los intereses de los ganaderos, como oponerse al cierre de partes del Bosque Nacional Lincoln para proteger al ratón saltador de las praderas de Nuevo México, en peligro de extinción. Pierce ha intentado ocupar un cargo más alto, pero perdió candidaturas para el Senado de Estados Unidos y gobernador de Nuevo México en elecciones anteriores.
Su nominación no estuvo exenta de controversia ya que los defensores del medio ambiente expresaron una fuerte oposición. El Sierra Club criticó a Pierce, diciendo que era “un rival de los paisajes y aguas que generaciones de estadounidenses han explorado y atesorado”. Por el contrario, recibió el apoyo de grupos de la industria ganadera, incluida la Asociación Nacional de Ganaderos de Carne, quienes enfatizaron la comprensión de Pierce sobre el importante papel que desempeñan las tierras públicas en Occidente.
Bajo la administración Trump, el BLM ha enfrentado importantes interrupciones en la gestión, pasando cuatro años sin un director confirmado durante el primer mandato del expresidente y trasladando temporalmente su sede antes de regresar a Washington, DC, donde la agencia ha contratado alrededor de 9.250 empleados desde que comenzó el actual cierre del gobierno. Debido a despidos y renuncias afectados por los esfuerzos para reducir la fuerza laboral federal. A pesar del cierre en curso, los procesos de permisos de petróleo, gas y carbón continuaron, y mucho personal de BLM quedó exento de licencias.












