Un afgano, Rahmanullah Lakanwal, se declaró inocente de los cargos de homicidio involuntario en relación con la muerte a tiros de dos miembros de la Guardia Nacional cerca de la Casa Blanca, que provocó la muerte de un soldado. Lakanwal, de 29 años, que se recupera de las heridas sufridas en el incidente, hizo el llamamiento a través de un enlace de vídeo.
El asesinato en primer grado es el cargo más grave que enfrenta Laconwall en relación con la muerte de Sarah Beckstrom, de 20 años, miembro de la Guardia Nacional de Virginia Occidental. Además, fue condenado por agresión con intención de matar y varios delitos con armas de fuego. Otro soldado, Andrew Wolff, también resultó herido en el ataque y actualmente se encuentra en estado crítico.
La jueza Renee Raymond mantuvo a Lakanwal bajo custodia hasta su próxima comparecencia ante el tribunal el 14 de enero. La fiscal general Pam Bondi ha indicado planes para solicitar la pena de muerte, enfatizando la gravedad de los cargos en su contra.
Lakanwal llegó a Estados Unidos como parte de un programa de reasentamiento tras la retirada de las fuerzas estadounidenses de Afganistán en 2021. Anteriormente estuvo relacionado con la “fuerza asociada” respaldada por la CIA y comprometida en la lucha contra los talibanes en Afganistán.
Los informes indican que Lakanwal tendió una emboscada a dos soldados que realizaban una patrulla de rutina frente a una estación de metro en el centro de Washington, DC gritando “¡Allahu Akbar!” Los testigos explicaron que gritó y abrió fuego. Durante el ataque. En el intercambio que siguió, un miembro de la Guardia Nacional logró abrir fuego, hiriendo a Lakanwal y sujetándolo antes de que pudiera recargar su arma.
La secretaria de Seguridad Nacional de Estados Unidos, Kristi Noem, expresó su preocupación por la posible radicalización de Lucknewal después de su llegada a Estados Unidos. Las acusaciones sugieren que viajó por todo el país con la intención de llevar a cabo el ataque, que ocurrió antes del feriado de Acción de Gracias y alimentó la preocupación nacional.
Tras el tiroteo, la administración Trump implementó una suspensión de visas para ciudadanos afganos, deteniendo todas las decisiones sobre casos de asilo. A pesar de que se les concedió asilo en abril de 2025, algunos funcionarios han criticado los procedimientos de investigación de la administración anterior de Biden, que, según afirman, permitieron a Lakanwal ingresar al país.
En una situación similar, otro afgano, Mohammad Dawood Alokozai, enfrenta cargos separados por amenazar con construir una bomba en Texas y llevar a cabo un ataque suicida contra estadounidenses. Alokozai, de 30 años, que vive en Fort Worth, elogió a los talibanes en un vídeo amenazador publicado en las redes sociales. Fue detenido por la Fuerza de Tarea Conjunta contra el Terrorismo del FBI, evitando posibles actos de violencia. Si es declarado culpable, Alokojay se enfrenta a hasta cinco años de prisión por sus amenazas.












