PARÍS– PARÍS (AP) — Ataques terroristas coordinados transformó París en un teatro de sangre y calamidad hace 10 años el jueves, con tiroteos en terrazas de cafés, explosiones cerca de un estadio y una masacre nocturna en el Palacio de Deportes. Sala de conciertos Bataclan dejando 132 muertos y cientos de heridos.
Muchas familias miden el tiempo entre el “antes” y el “después” de los ataques. Esa noche reformuló el sentido de seguridad y propósito de Francia, fortaleciendo la seguridad y al mismo tiempo profundizando un reflejo cívico de solidaridad que ha perdurado durante una década.
París conmemora el aniversario del jueves con homenajes encabezados por el presidente Emanuel Macron y la alcaldesa de París, Anne Hidalgo, en cada lugar de ataque.
Los hechos comienzan en la puerta D del Estadio de Francia en Saint-Denis, donde fue asesinado la primera víctima, Manuel Dias, para luego pasar a las terrazas de los cafés de los distritos 10 y 11 y finalmente al Bataclan.
Familiares, parejas y amigos de las víctimas estarán lo más cerca posible de las placas durante cada minuto de silencio, y un pequeño grupo de familiares acompañará a Macron para la colocación de ofrendas florales según el protocolo de la ceremonia “las familias primero”.
En la Place de la République, los parisinos colocan velas, flores y entradas al pie de la estatua del símbolo nacional Marianne, como en 2015, y siguen las ceremonias en una pantalla gigante. Los niños acuden con sus padres a encender velas y colocar flores, pequeños gestos familiares que hacen del lugar un recuerdo compartido. Los funcionarios de la ciudad pidieron al público que mantuviera la calma en las reuniones y brindara a las familias espacio frente a los monumentos conmemorativos.
El miércoles, víspera del aniversario, la estatua y los edificios circundantes se iluminaron de azul, blanco y rojo y decenas de personas se reunieron para una vigilia que duró toda la noche, con velas a sus pies.
“Diez años después, la emoción sigue intacta” y la esperanza hay que compartirla “a pesar del dolor y la ausencia”, afirmó Hidalgo durante el acto.
Las conmemoraciones culminarán con el Jardín del 13 de Noviembre, un nuevo jardín conmemorativo frente al Ayuntamiento. Diseñado con la colaboración de asociaciones de víctimas, lleva los 132 nombres de los asesinados en estelas de granito, con plantas que evocan los lugares de los ataques y bancos para la reflexión. Los diseñadores agregaron pequeños signos de vida (baños para pájaros, cajas nido, sombra) para los niños a pedido de las familias. La ceremonia está prevista para las 18.00 horas. en presencia de Macron e Hidalgo.
La Torre Eiffel volverá a iluminarse con los colores de la bandera francesa al anochecer, como lo hizo el miércoles por la noche, un homenaje silencioso en el cielo parisino. La federación francesa de fútbol guardará un minuto de silencio y otros homenajes durante el partido de clasificación de Francia contra Ucrania en el Parque de los Príncipes.
El 13 de noviembre de 2015 –un viernes– nueve hombres armados y atacantes suicidas del grupo Estado Islámico atacaron con pocos minutos de diferencia entre sí. Atentados suicidas estallaron frente al Estadio de Francia; hombres armados dispararon balas en las terrazas de los cafés; y tres atacantes irrumpieron en el Bataclan a las 21:47 horas, matando a 90 personas antes de que la policía pusiera fin al asedio. Desde entonces se ha reconocido que dos supervivientes, que luego se suicidaron, se encuentran entre las víctimas.
Para los supervivientes, la fecha reabre las heridas.
“El décimo aniversario está aquí y la emoción y la tensión están por todas partes para nosotros, los supervivientes”, declaró Arthur Dénouveaux, refugiado de Bataclan y responsable de la asociación Life for Paris. “Nunca te curas por completo. Simplemente aprendes a vivir de manera diferente”.
Muchos describen una segunda tarea después del duelo: reconstruir lo ordinario –trabajo, amistad, ruido– sin pestañear.
A El juicio 2021-2022 terminó con cadena perpetua sin libertad condicional para Salah Abdeslam, el único atacante superviviente, y condena para otros 19. Para muchos, la responsabilidad no ha borrado la tensión del trauma ni el trabajo diario de recuperación; aclaró lo que es necesario proteger.
Mientras se leen los nombres y se depositan coronas, el mensaje de los funcionarios y las familias es coherente: recordar a las víctimas, honrar a los que respondieron y preservar los placeres ordinarios que los atacantes querían destruir.
El objetivo, dicen los planificadores, es simple: duelo sin espectáculo, recuerdo con espacio para los vivos.
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Nicolas Garriga y Sylvie Corbet en París contribuyeron a este informe.












