Georgia Watch, una organización sin fines de lucro de defensa del consumidor, advirtió sobre la proliferación de cajeros automáticos de bitcoin en todo el estado, citando su papel cada vez más importante en las estafas dirigidas a las personas mayores. Como estas máquinas se encuentran más comúnmente en tiendas de conveniencia y licores, se han identificado casi 1,000 ubicaciones solo en el área metropolitana de Atlanta. Según un informe de Financial Crimes Enforcement Network, el número total de cajeros automáticos de Bitcoin en EE. UU. aumentó de 4.250 en 2020 a aproximadamente 30.647 en agosto de 2025.

En 2024, las quejas relacionadas con estos cajeros automáticos se dispararon: el Centro de Denuncias de Delitos en Internet del FBI registró 10.956 casos y las víctimas perdieron colectivamente 246,7 millones de dólares debido a actividades fraudulentas. Estos cajeros automáticos, a menudo denominados quioscos de moneda virtual convertible, permiten a los usuarios convertir efectivo en criptomonedas. Sus defensores advierten que su falta de regulación y supervisión los convierte en herramientas ideales para los estafadores que se dirigen a poblaciones vulnerables, especialmente a los ancianos.

Algunos gobiernos locales han tomado medidas para regular estas máquinas. Sandy Springs aprobó una legislación el año pasado que exige el registro y la colocación de señales de advertencia en los cajeros automáticos. El condado de Forsyth promulgó recientemente regulaciones que exigen permisos para la instalación y publicación de advertencias de estafas.

A menudo se manipula a las víctimas para que envíen dinero, lo que hace que sea casi imposible para los estafadores dirigirlas al cajero automático de Bitcoin más cercano para realizar transacciones. Liz Coyle, directora ejecutiva de Georgia Watch, compartió el desgarrador relato de una anciana que perdió una cantidad significativa de dinero. Según Coyle, la mujer fue ayudada por un empleado del lugar que le trajo un taburete mientras ella introducía dinero en efectivo en el cajero automático. “En la mayoría de los casos, no hay señales obvias que indiquen que no es un cajero automático”, señala Coyle. Una vez que el efectivo se deposita en estas máquinas, se vuelve irrecuperable.

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Para combatir este problema, Georgia Watch recomienda que las familias hablen sobre posibles estafas con sus parientes mayores. Recomiendan tener precaución si un extraño le pide que introduzca dinero en efectivo en un cajero automático de Bitcoin, lo que sugiere fuertemente que esto es una señal de alerta de actividad fraudulenta. Si alguien sospecha que ha sido víctima de una estafa, debe detener inmediatamente todas las transacciones monetarias, evitar seguir instrucciones adicionales del estafador y conservar los detalles de todas las transacciones para futuros informes.

Se anima a las víctimas a informar los incidentes de inmediato al FBI IC3 y a la FTC, así como a su departamento de policía local, y obtener un número de informe. Deben informar al departamento de fraude de su banco, especialmente si se retiraron fondos de la cuenta para proporcionar el quiosco, y comunicarse con el servicio de atención al cliente del operador del cajero automático para obtener documentación del incidente.

Para proteger a las personas mayores de posibles estafas, los expertos aconsejan establecer reglas internas contra el uso de cajeros automáticos criptográficos para pagar facturas o tarifas, ya que las instituciones legítimas nunca deben exigir el pago de esta manera. También se pide a las familias que hablen sobre estafas comunes y creen un sistema para verificar situaciones inusuales para evitar acciones imprudentes bajo presión. Al encontrarse con un cajero automático criptográfico, se recomienda a las personas que lo consideren un dispositivo de alto riesgo, lean las señales de advertencia y eviten escanear códigos QR proporcionados por fuentes desconocidas.

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