El Pentágono ha marcado el comienzo de una nueva era de participación de los medios, destacada por los cambios recientes en la dinámica de sus conferencias de prensa. El cambio estuvo acompañado por la Secretaria de Prensa del Departamento de Defensa, Kingsley Wilson, quien dirigió su primera sesión informativa después de establecer las nuevas directrices impuestas por el Jefe del Departamento, Pete Hegseth. La atmósfera de la sesión informativa fue muy diferente, ya que muchos medios de comunicación tradicionales fueron marginados y reemplazados por representantes de los medios dispuestos a adoptar los protocolos revisados ​​del Pentágono.

Históricamente, el Pentágono, especialmente bajo la administración Biden, ha celebrado sesiones informativas públicas periódicas, generalmente dos veces por semana, para brindar transparencia. Sin embargo, bajo el liderazgo actual, sólo se han celebrado unas pocas sesiones informativas. Las preguntas de los reporteros recién acreditados variaron y abordaron temas como el papel de la Guardia Nacional en las zonas urbanas de Estados Unidos, las operaciones militares en Irán y Somalia y las investigaciones sobre el expresidente Joe Biden, así como posibles acciones legales contra los principales medios de comunicación como The Washington Post.

Un momento particularmente controvertido ocurrió cuando Wilson enfrentó investigaciones sobre una operación militar dirigida a presuntos mensajeros de drogas. Un informe reciente afirmó que el segundo ataque, ordenado por el almirante Frank Bradley, provocó víctimas civiles. En su respuesta, Wilson enfatizó que el presidente Biden y el secretario de Defensa, Lloyd Austin, tienen la máxima autoridad sobre tales decisiones militares, y enfatizó que el secretario aprueba plenamente cualquier orden del almirante Bradley. Criticó específicamente al Washington Post por sus informes, sugiriendo que los lectores reconsideren su compromiso con la publicación.

Los interrogatorios no se limitan a operaciones militares. El excongresista Matt Gaetz, ahora corresponsal en el Pentágono de One America News, planteó planes especulativos de Estados Unidos para Venezuela si se produjera un cambio de régimen. Wilson indicó que cualquier medida de respuesta sería decidida por el Presidente, destacando la disposición de la administración a actuar si fuera necesario.

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Destacados periodistas que presenciaron la sesión informativa se mostraron escépticos ante las respuestas dadas. Barbara Starr, corresponsal jubilada, señaló que si bien algunas de las preguntas planteadas eran importantes y de interés periodístico, las respuestas no abordaban adecuadamente las consultas. Señaló que la sesión informativa no era un foro de investigación periodística y se consideraba una difusión controlada de información.

La nueva administración se centró en fortalecer su narrativa, y algunos periodistas ayudaron activamente a Wilson a promover la postura del Pentágono. Los representantes de los medios conservadores que asistieron a la sesión destacaron su apoyo a las políticas del equipo actual, y un periodista expresó una sensación de renovación entre quienes cubren el Pentágono.

Wilson notó un cambio en el panorama de los medios, señalando que algunos medios han decidido dejar de cubrir al Pentágono por incumplimiento de los protocolos de Hegseth. Ella planteó estos cambios como necesarios para defender la seguridad nacional, pero los críticos argumentaron que socavaban la función crítica de la prensa.

Al concluir la sesión informativa, quedó claro que el enfoque del Pentágono hacia las relaciones con los medios estaba evolucionando, favoreciendo un nuevo tipo de información más estrechamente alineada con los objetivos de la administración actual. El impacto de estos cambios en la relación entre el Pentágono y el panorama mediático más amplio aún está por verse, a medida que los reporteros tradicionales continúan adaptándose a la dinámica cambiante.

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