En una enérgica defensa de las políticas arancelarias de su administración, el presidente estadounidense Donald Trump insistió el miércoles en que eliminar los aranceles tendría “consecuencias catastróficas” para el país. Sus comentarios se produjeron mientras la Corte Suprema escucha un caso clave sobre la legalidad de estos aranceles, lo que plantea dudas sobre si Trump se ha excedido en su autoridad constitucional.
En una entrevista con Fox News, Trump expresó su decisión respecto al caso. “Bueno, escuché que el caso judicial salió bien hoy”, dijo, “pero si lo perdemos, diría que sería devastador para nuestro país. Devastador. Creo que este es uno de los casos más importantes, tal vez el más importante, pero uno de los más importantes en la historia de nuestro país”.
El caso desató un acalorado debate en el poder judicial, con jueces conservadores y liberales expresando escepticismo sobre la dependencia de la administración de una ley de emergencia nacional de 1977 para justificar los aranceles. Los críticos argumentan que el presidente está violando los poderes legislativos otorgados al Congreso. Históricamente, la Corte Suprema ha apoyado las políticas de Trump en varios fallos que afectan las regulaciones militares y de inmigración.
Tras el procedimiento ante el Tribunal Supremo, el Secretario del Tesoro de Estados Unidos, Scott Bessant, expresó su optimismo y dijo que salió del procedimiento “muy, muy optimista”. Criticó a los demandantes que cuestionaron el uso de la ley de 1977 por parte de Trump, sugiriendo que “casi se avergonzaron” durante sus argumentos. Besant expresó su confianza en que la Corte Suprema revocará el fallo anterior de que los aranceles eran ilegales.
Los jueces de la Corte Suprema consideraron la validez de los aranceles de Trump en una sesión de dos horas y media. El presidente del Tribunal Supremo, John Roberts, destacó un punto importante durante los argumentos, enfatizando que los aranceles deben representar una forma de impuesto impuesto a los estadounidenses, que tradicionalmente reside en el Congreso.
Estos aranceles, que son impuestos sobre bienes importados pagados por importadores estadounidenses, podrían generar billones de dólares para el gobierno durante la próxima década. Dado que la Constitución estadounidense confiere al Congreso el poder de imponer impuestos y aranceles, las implicaciones de este caso se extienden mucho más allá del panorama económico inmediato. Mientras los jueces deliberaban, el resultado del caso podría afectar el equilibrio de poder entre la presidencia y el Congreso en los años venideros.











