Un paquete legislativo negociado recientemente en el Congreso parece destinado a poner fin al cierre gubernamental más largo en la historia de Estados Unidos. Sin embargo, ha recibido críticas por no ofrecer una solución definitiva a la expiración de los créditos fiscales de la Ley de Atención Médica Asequible (ACA), que redujo significativamente los costos del seguro médico privado para millones de estadounidenses. El acuerdo entre un pequeño grupo de republicanos y demócratas del Senado contenía sólo la promesa de una votación en diciembre sobre créditos fiscales mejorados para las primas que expirarían a finales de año sin ninguna acción por parte del Congreso. Sin embargo, el presidente de la Cámara de Representantes, Mike Johnson, no se comprometió a realizar una votación relacionada en la Cámara, lo que generó temores de que disminuyera la posibilidad de una extensión.
A pesar de las conversaciones encaminadas a encontrar un compromiso, algunos legisladores demócratas no han logrado impulsar medidas provisionales de uno o dos años para mantener los subsidios. Mientras tanto, algunos republicanos, incluido el expresidente Donald Trump, han abogado por permitir que expiren los subsidios y al mismo tiempo sugieren métodos alternativos para reducir los costos de salud, como distribuir cuentas de gasto federales flexibles a los estadounidenses elegibles.
El posible vencimiento de estos reembolsos podría tener implicaciones significativas para los afiliados a la ACA. Si el paquete legislativo se aprueba sin más medidas de atención médica este año, los créditos fiscales mejorados para las primas que han ayudado a muchos estadounidenses a pagar los planes de seguro de la ACA desaparecerán. Un análisis de la organización de investigación sanitaria KFF sugiere que esto conduciría a una duplicación de los costos de las primas para los afiliados subsidiados. Las personas con mayores ingresos enfrentan aumentos más pronunciados, mientras que las personas con menores ingresos aún experimentan costos crecientes.
La incapacidad de los jóvenes y sanos para pagar primas más altas puede llevar a las compañías de seguros a aumentar aún más las tarifas, exacerbando aún más la situación de los miembros mayores y menos saludables. Además, si más personas quedan sin seguro, la carga financiera de una emergencia puede trasladarse a los hospitales y los recursos gubernamentales, lo que ejercerá más presión sobre el sistema de atención médica.
A medida que se acerca la fecha límite para elegir un seguro médico el próximo año, muchos estadounidenses se enfrentan a un impactante aumento de las primas. En Pensilvania, por ejemplo, una estilista de 51 años informó que su prima mensual podría aumentar de $160 a aproximadamente $260 porque también obtiene un deducible anual más alto.
A pesar de los obstáculos, el Congreso tiene el poder de extender o renovar las concesiones una vez que expiren. Encuestas recientes indican que una mayoría sustancial de estadounidenses (incluido alrededor del 50% de los republicanos, alrededor del 75%) apoya la extensión de los créditos fiscales. Si los legisladores optan por restablecer estos subsidios, la logística podría tardar semanas y volverse más complicada, aunque los expertos advierten que los mercados federales y estatales requerirán ajustes.
Incluso si el Congreso pudiera ampliar los subsidios, para muchos posibles afiliados, dicen los expertos, puede que ya sea demasiado tarde para revertir las decisiones tomadas en respuesta al aumento de los costos. “Pueden reaccionar y decir que es demasiado caro para mí”, dijo Cynthia Cox de KFF, destacando la incertidumbre sobre si volverán al mercado.
Si los créditos fiscales mejorados caducan, el Congreso aún puede tener formas alternativas de ayudar a que el seguro médico sea más asequible. Sin embargo, lograr cualquier acuerdo en un Congreso profundamente dividido en cuestiones de atención médica será un desafío. Trump ha sugerido reasignar los ahorros en lugar de extender estos subsidios directamente al público, mientras que el presidente del Comité de Salud del Senado, Bill Cassidy, ha propuesto emitir cuentas de gastos federales flexibles prefinanciadas para cubrir diversos costos de salud.
Las propuestas actuales aún se encuentran en sus primeras etapas y los detalles sobre su impacto potencial en la reducción de los costos de atención médica aún no están claros.













